El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, alertó este martes de que una ofensiva sobre la ciudad gazatí de Rafá, donde se refugian más de un millón de palestinos, sería una “escalada insoportable” y ha exigido a la comunidad internacional que presionen a Israel para evitar esta posibilidad.
“Hago un llamado a todos aquellos que tienen influencia sobre Israel para que hagan todo lo que esté a su alcance para impedirlo”, dijo en rueda de prensa en la sede del organismo en Nueva York, agregando que esta posible ofensiva tendría “un impacto devastador para los palestinos en Gaza, con graves repercusiones en la Cisjordania ocupada y en toda la región”.
Asimismo, Guterres recordó que los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, así como muchos otros Gobiernos “han expresado su rechazo” a esta posible operación por parte del Ejército israelí contra Rafá, donde se refugian más de un millón de palestinos que huyerom de otras zonas del enclave bombardeadas por Israel.
“Tienen muy poco para comer, casi ningún acceso a atención médica, poco refugio y ningún lugar seguro al que ir. En el norte de Gaza, los más vulnerables, desde niños enfermos hasta personas con discapacidades, ya mueren de hambre y enfermedades. Debemos hacer todo lo posible para impedir una hambruna totalmente evitable y provocada por el hombre”, sentenció.
Las palabras del secretario general se producen después de que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, haya advertido este mismo martes de que el asalto a gran escala sobre Rafá tendrá lugar “con o sin acuerdo”, en plenas negociaciones con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Precisamente sobre el acuerdo, Guterres ha insistido en rueda de prensa que sin él la guerra podría empeorar “exponencialmente”. “Por el bien del pueblo de Gaza, de los rehenes y sus familias en Israel, y por el bien de la región y del mundo en general, aliento encarecidamente al Gobierno de Israel y a los líderes de Hamás a que lleguen ahora a un acuerdo”, pidió.
El secretario general, no obstante, ha evitado responder a una pregunta de una periodista sobre el papel de Estados Unidos, principal socio internacional de Israel, en estas presiones para evitar una ofensiva sobre Rafá.
Mientras tanto, Hamas estudia la última propuesta de alto el fuego que contempla una tregua de 40 días y la liberación de miles de presos palestinos a cambio de rehenes en Gaza, según medios israelíes.
Guterres, en otro pasaje de su diálogo con los medios, reconoció la “labor insustituible e indispensable” de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), acusada por Israel de colaboración con Hamas, e instó a los países donantes a que restablezcan la totalidad de sus inversiones.
Fosas comunes
Guterres también ha exigido “que investigadores internacionales independientes tengan acceso inmediato” a los lugares en los que se han encontrado estas fosas comunes “para establecer las circunstancias precisas en las que cientos de palestinos han perdido la vida, han sido enterrados o sepultados dos veces”.
“Las familias de los muertos y desaparecidos tienen derecho a saber qué pasó, y el mundo tiene derecho a rendir cuentas por cualquier violación del Derecho Internacional que pueda haber tenido lugar”, resaltó.
Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por Hamas, denunciaron el hallazgo de más de 320 cadáveres en fosas en el Hospital Naser de la ciudad de Jan Yunis, mientras que otros 30 cuerpos fueron exhumados en las instalaciones del Hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza.