El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró “indignado” por el “grave incidente” ocurrido en la mañana de este domingo en el que efectivos de la Misión de Naciones Unidas en República Democrática del Congo ((MONUSCO) han matado a tiros a dos personas y han herido a otras 14 en la localidad de Kasindi, en la frontera con Uganda.

“El secretario general está a la vez entristecido y consternado por la pérdida de vidas y las graves lesiones sufridas durante este incidente. Expresa su más sentido pésame a las familias afectadas, al pueblo de la RDC y al Gobierno congoleño, y desea una pronta recuperación a los heridos”, ha expresado Naciones Unidas en un comunicado.

Guterres, según la misiva, subrayó la necesidad de establecer responsabilidades por tales hechos, y ha acogido “con satisfacción” la decisión de su representante especial en el país, Bintou Keita, de detener al personal de la Monusco implicado y de abrir una investigación de manera inmediata.

“La ONU ha establecido contacto con República Democrática del Congo con miras a iniciar de manera urgente procesos judiciales con la participación de víctimas y testigos para que se dicten las sanciones correspondientes”, reza el escrito.

Keita, por su parte, anunció horas antes la apertura conjunta de una investigación de lo ocurrido con las autoridades congoleñas, a la vez que ha detallado que los motivos del incidente son “inexplicables”.

“Ante este comportamiento incalificable e irresponsable, los autores del tiroteo han sido identificados y detenidos a la espera del resultado de la investigación, que ya ha comenzado en colaboración con las autoridades congoleñas”, ha declarado en un comunicado, añadiendo que el número de militares arrestados ascienden a 67.

Fracaso en restaurar la paz

Durante la jornada de este domingo, al menos dos personas han muerto y 14 más han resultado heridas por disparos de efectivos de la MONUSCO contra la población en la localidad de Kasindi, en Kivu del Norte, por motivos todavía bajo investigación.

Un portavoz de la sociedad civil de la ciudad de Beni informó del balance de víctimas y ha asegurado que los “cascos azules” impidieron entrar a manifestantes en territorio congoleño, según recoge la emisora RFI.

Cabe recordar que desde principios de la semana pasada, la población del este de RDC ha protagonizado varias manifestaciones para exigir la salida de la MONUSCO porque, según los participantes en las protestas, ha fracasado en su misión de restaurar la paz en el país.

Los disturbios comenzaron el lunes, cuando manifestantes violentos irrumpieron en un edificio de la MONUSCO en la ciudad de Goma, en la provincia de Kivu del Norte. Al menos 22 personas murieron en las protestas, extendidas después a varias ciudades del país.

La MONUSCO lleva más de 20 años apostada en el noreste del Congo, en un intento de apuntalar la paz en el país a pesar de la presencia de unos 130 grupos armados diferentes que se disputan el control de las vastas riquezas naturales de la RDC, que incluyen cobre, cobalto, oro y diamantes, en particular en las violentísimas provincias de Kivu del Norte e Ituri.

Precisamente el máximo responsable de las operaciones de paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, se encuentra ahora mismo en la capital del país, Kinshasa, con la intención de limar asperezas con las autoridades congoleñas, como ya hiciera en Malí hace una semana.