El Senado aprobó el jueves con facilidad un proyecto de ley bipartidista sobre la violencia con armas de fuego que parecía impensable hace apenas un mes, despejando el camino para la aprobación final de lo que será la respuesta legislativa de mayor alcance en décadas a la racha de brutales tiroteos masivos en el país.
Después de años de demoras procesales por parte del Partido Republicano que descarrilaron los esfuerzos demócratas para aumentar los controles a las armas de fuego, los demócratas y algunos republicanos decidieron que la inacción del Congreso era insostenible luego de los horribles ataques del mes pasado en Nueva York y Texas. Se requirieron semanas de conversaciones a puertas cerradas, pero un grupo de senadores de ambos partidos logró un acuerdo de implementación gradual pero significativo para acotar el derramamiento de sangre que se ha vuelto un evento regular en el país.
El proyecto de ley de 13.000 millones de dólares contempla endurecer las verificaciones de antecedentes para los compradores de armas más jóvenes, impedir el acceso a armas de fuego a más perpetradores de violencia doméstica y ayudar a los estados a implementar leyes que faciliten a las autoridades retirar las armas a personas consideradas peligrosas. También financiaría programas locales para la seguridad escolar, la salud mental y la prevención de la violencia.
El paquete -presentado en año electoral- se queda corto de las restricciones más estrictas que los demócratas han buscado durante años, como prohibir las armas de asalto y cargadores de municiones de alta capacidad, como los utilizados en Buffalo y Uvalde. Sin embargo, el acuerdo permite que los líderes de ambos partidos demuestren a los votantes que saben cómo llegar a un acuerdo y hacer que el gobierno trabajo, a la vez que permite que cada bando intente resultar atractivo para sus partidarios.
La votación fue de 65 a favor por 33 en contra.
“Esta no es una panacea para todas las formas en que la violencia armada afecta a nuestra nación”, dijo el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer. “Pero es un paso en la dirección correcta que debió darse hace tiempo… va a salvar vidas”.
Por su parte, el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell, en un guiño al derecho constitucional a portar armas que apoyan muchos votantes conservadores, dijo que “el pueblo estadounidense quiere que se protejan sus derechos constitucionales y que sus hijos estén seguros en la escuela”.
“Quieren las dos cosas a la vez, y eso es justo lo que el proyecto de ley que tiene el Senado habrá conseguido”, dijo.
También el jueves, la Corte Suprema emitió una decisión que amplía el derecho a portar armas en público. Su fallo anuló una ley de Nueva York que exigía que las personas demostraran la necesidad de portar un arma en público para obtener una licencia.