Los senadores que integran el bloque kirchnerista del Senado argentino pidieron este miércoles una sesión especial para el próximo jueves 1 de febrero con el objetivo de rechazar el Decreto de Necesidad y Urgencia del gobierno del presidente Javier Milei.
La nota presentada a la vicepresidenta de la República y jefa de la Cámara Alta, Victoria Villarruel, alertó al Ejecutivo transandino que tendrá que extremar negociaciones para evitar que la bancada que preside el senador José Mayans pueda asestarle un golpe político a una de las primeras medidas adoptadas por el mandatario libertario, de acuerdo al reporte del diario bonaerense “Clarín”.
El medio transandino asevera que existen “artilugios legales” que podrían beneficiar a la vicepresidenta. Por lo pronto, el Reglamento del Senado le concede a Villarruel la facultad de fijar el día y la hora de la sesión, por lo que podría desestimar la fecha reclamada por el kirchnerismo.
Además, hay otras cuestiones que podrían complicar los planes del bloque que preside el senador José Mayans, como el hecho de que el Congreso se encuentra en sesiones extraordinarias y que el tratamiento de los DNU no se encuentra habilitado por el Poder Ejecutivo para su discusión en el Congreso.
Se trata de una cuestión debatible ya que hasta el momento nunca se convocó a ninguna de las dos cámaras a tratar un decreto de necesidad y urgencia fuera del período de sesiones ordinarias, que la Constitución establece entre el 1 de marzo y el 30 de noviembre.
La movida del principal bloque de oposición de la Cámara alta fue decidida en las últimas horas, luego de que en la reunión que celebraron los senadores kirchneristas en la tarde del martes se acordara buscar votos para avanzar con el pedido de sesión y derogar el decreto.
Moción sin quórum asegurado
Según la ley que regula su control parlamentario, para derogar un decreto de necesidad y urgencia hace falta el rechazo explícito de ambas alas del Congreso. Si no se consigue el voto en contra de la Cámara de Diputados y del Senado, el DNU sigue vigente como consecuencia de la denominada ‘sanción ficta’.
Según pudo saber “La Nación” de fuentes confiables, el kirchnerismo todavía no tiene asegurado los números para rechazar el DNU en el Senado. De hecho, ni siquiera tendría asegurado el quórum de 37 senadores presentes para iniciar la sesión en el caso de que le sea concedido el pedido para llevar el decreto a la Cámara alta.
La coalición Unión por la Patria apuesta a sumar a sus 33 senadores el apoyo de los tres integrantes del bloque de peronistas disidentes Unidad Federal y de la senadora de Neuquén, Lucila Crexell y así reunir el quórum y la mayoría que le permita asestarle un golpe político al Gobierno. Sin embargo, aún esos votos no están asegurados.