La jornada de la noche del domingo fue una de sorpresas. Tanto así que, tanto Sergio Massa como Javier Milei, los dos candidatos que pasaron al balotaje en Argentina, debieron modificar el libreto que en la tarde tenían en mente.
Cerca de las 21:17, las autoridades entregaron el primer recuento con el 83,26% de los votos escrutados, y traían consigo una gran sorpresa. A diferencia de lo que todas las encuestas pronosticaron durante las últimas semanas, donde el postulante de La Libertad Avanza, Javier Milei, aparecía liderando los sondeos, fue el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, quien lideró indiscutiblemente la primera vuelta de Argentina.
Ya con más del 97% escrutado, el ministro de Economía logró separarse por casi seis puntos de distancia con su rival en segunda vuelta, al obtener el 36,64% de los votos. Milei, en tanto, quedó relegado al segundo lugar, con 30,01%, y se mantuvo lejos de las pretensiones de sus seguidores, quienes veían como posible una victoria en primera vuelta. Donde se vieron caras largas fue en Juntos por el Cambio, que quedó a mucha distancia del balotaje. Patricia Bullrich (23,83%) obtuvo lo que sería el peor resultado del bloque opositor, aún más malo que en 2019, cuando Mauricio Macri perdió ante Alberto Fernández.
Con estos datos, se da vuelta la tortilla al compararlo con las primarias de agosto. Allí, Milei dio el batacazo cuando sacó el 29,86% del total de votos, Juntos por el Cambio, sumando los votos de Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, se quedó con el 28% y tercero quedó Unión por la Patria, sumando a Massa (21,43%) y Juan Grabois, que se tradujo en un 27,28%.
Aseguradas las posiciones de los candidatos, Sergio Massa, el flamante y sorpresivo vencedor de la jornada, se sinceró: “De punta a punta a nuestra Argentina encontré en cada uno de ustedes la energía que nos permitió que creciéramos casi 15 puntos desde la primaria a hoy”.
También planteó, nuevamente, que convocaría un “gobierno de unidad nacional” e hizo un llamado general, pero también a los radicales. “A los argentinos que eligieron a Myriam (Bregman), que lo eligieron a Juan (Schiaretti). Quiero hablarles a esos miles de radicales que comparten con nosotros valores democráticos”, planteó. “La grieta se murió y empieza una nueva etapa desde el 10 de diciembre, con mi gobierno”.
Javier Milei, en tanto, se presentó haciendo guiños al electorado de Bullrich, pese a que la calificó de “terrorista” y de “asesina” en la campaña ahora terminada. Llamando a hacer “tabula rasa” de lo ocurrido antes del domingo y sin mencionar a la “casta”, planteó que “todos los que queremos un cambio tenemos que trabajar juntos”, dijo, en clara referencia a JxC.
Quien perdió inapelablemente fue Patricia Bullrich, cuyos votos serán claves para definir al vencedor en el balotaje. Lejos de tender puentes hacia Massa, la ahora excandidata dijo que “no soy yo quien va a facilitar que vuelva al poder quien ha sido parte del peor gobierno de la historia argentina”.
En opinión del politólogo y experto electoral Daniel Zovatto, “el miedo de un salto al vacío y de pérdida de derechos frente a un triunfo de Milei no fue capitalizado por Bullrich, sino por Massa”, dijo a La Tercera. El resultado es “inédito”, agregó. Ni la corrupción rampante, ni la inflación de 140%, ni el dólar sin techo, ni la pobreza de más de 40% habría impactado negativamente en castigar al candidato oficialista y actual ministro de economía”.
Es por eso que, en su opinión, esta elección “no se puede entender racionalmente” sino que se debe hacer “desde las emociones”. En la práctica, el balotaje será un duelo “entre el candidato del oficialismo y un candidato outsider disruptivo”.
Sobre el gran derrotado de la jornada, Juntos por el Cambio, Zovatto planteó que, de todos modos, será una “fuerza relevante con buen número de gobernadores”. En esa línea, el “Congreso estará muy fragmentado y sin mayoría de ninguna fuerza política”.
Analistas coinciden en que Massa tomará el teléfono y no se despegará de él durante un mes: llamará a todos los actores para intentar formar una alianza grande. Ahora, la duda es de dónde sacarán los votos de cara a la segunda vuelta. Ambos disputarán los de Patricia Bullrich y los de Juan Schiaretti (6,80%). Los de Myriam Bregman (2,69%), del Frente De Izquierda Y De Trabajadores, los dan por descontados para Massa.
Según Clarín, en el búnker oficialista, Massa adelantó que va a “hablar de las ideas, no de los partidos ni de los dirigentes”. Es posible que por esa rama se decante su estrategia. De hecho, el discurso de su victoria lo hizo solo acompañado de su familia, sin ningún miembro del kirchnerismo en el escenario.
En agosto de este año, Alejandro Horowicz, ensayista y docente argentino, dijo a este periódico que “Milei, si gana las elecciones, tiene que hacerlo en primera vuelta, porque si bien es cierto que no tiene una imagen negativa equiparable al resto de los políticos tradicionales, ha construido lo que podemos denominar el miedo y el rechazo a Milei precisamente por su posición”.
Y agregó: “El candidato con más chance a jugar contra Milei no es Bullrich, es Massa. Massa puede ser visto por la sociedad argentina como un candidato más, entre comillas, razonable y menos corrido a derecha. En segunda vuelta es posible, muy posible, que Massa le gane a Milei. Esto es, que el temor que Milei suscita sea más importante que el fracaso que Massa supone, en tanto en este momento es ni más ni menos que el ministro de Economía que gobierna una crisis”.
Imágenes de la previa
En la mañana, el escenario en el local de votación de Javier Milei se anticipaba caótico. El principal candidato a la presidencia de Argentina según las encuestas, afirmación que a la luz de la noche se mostró errado, votaba a las 12.00 del mediodía. Pero mucho antes, cerca de las 10, ya se acumulaba una masa importante de personas. Daba la impresión de que la policía local poco iba a poder hacer frente al grupo de periodistas, seguidores y curiosos que se apretaba cada vez más en las escaleras de la sede de Medrano de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).
Varios llegaron a intentar grabar un segundo del “peluca”, como le dicen sus seguidores. Una señora de unos 70 años fotografió el padrón. Votaba en la misma mesa que el libertario, la 2228. “Es para que crean que voté en la misma mesa que Milei”, señaló. Otra de las asistentes de mayor edad lo estuvo esperando desde las 9 de la mañana. Votó, se fue a su casa y partió a esperar al libertario. Supo de Milei por los miembros más jóvenes de su familia. “Lo conocí por mi nieto. Así supimos de él los mayores”, relató a La Tercera.
Luego, llegó la oleada amarilla y morada. Al menos 100 personas, en su mayoría jóvenes, hizo su arribo al lugar de votación. A más de uno le llamaron la atención las autoridades de seguridad. Se presentaron con poleras alusivas al candidato, dólares con la cara de Milei y la candidata a la vicepresidencia, Victoria Villarruel, e incluso boletas electorales y banderas. La veda electoral corría hasta la noche del domingo.
Uno incluso llegó desde Uruguay. No vota en Argentina, pero sigue al economista en redes sociales. “Hay ambiente de primera vuelta”, aseguró. “Esto será una locura, pero vengo a ver la victoria de Milei”.
En un auto escoltado por seguridad privada, el vehículo avanzó entre una muchedumbre que gritaba, coreaba sus cánticos y, después, le cantó el cumpleaños feliz. Curiosamente, este domingo 22 Milei cumplió 53 años.
Ahí, el caos se apoderó del lugar. Entre empujones de la seguridad privada y pública, el candidato logró bajarse a duras penas del automóvil para ingresar al local de votación. Lo logró, pero la salida, nuevamente, fue el pandemónium.
En medio de gritos, sudor y teléfonos alzados que intentaban grabar un pixel que fuera de la frondosa cabellera del economista, Milei fue consultado por si temía la gobernabilidad. En su única respuesta relacionada con la elección, aseguró: “Para nada, estamos en condiciones de hacer el mejor gobierno de la historia”.
A kilómetros de allí, Patricia Bullrich votaba. Lily y Abril, madre e hija de 53 y 24 años respectivamente, miraban a la ahora derrotada candidata y, a lo lejos, aplaudían cuando los cánticos se animaban. Ambas votaron por la candidata de Juntos por el Cambio. “Ya basta de kirchnerismo”, dijo la progenitora a La Tercera.
Ante la compleja pregunta de un escenario hipotético -a esa hora- en que Milei y Sergio Massa, el candidato oficialista de Unión por la Patria, pasaran al balotaje, las mujeres respondieron sin duda, y de manera instantánea. “Voto a Milei, segura. Massa, nunca”.
Los rituales quebrados
El tigrense Sergio Massa llegó a votar cinco minutos pasado el mediodía a la escuela primaria N° 34 Antártida Argentina, en Tigre, acompañado de su esposa y su hijo Tomás, quien también debía sufragar allí, detallaron medios locales.
Tradicionalmente, el ministro-candidato siempre llegaba en la mañana a votar, cerca de las 8.30, explicaron medios argentinos. Sin embargo, esta vez arribó mucho más tarde. La fila crecía y crecía, y hubo preocupación por cómo lo haría el tigrense, relató La Nación.
Sin embargo, los organizadores señalaron que Massa prefería esperar como el resto. “Él quiere hacer la fila”, dijeron al mismo medio.
Otra tradición era la llegada al lugar con medialunas, pero, esta vez, no ocurrió. “¿No le va a llevar las facturas a la mesa?”, preguntó un periodista a un miembro del círculo interno del candidato. “No, no las quiso”, respondió.
Donde no hubo tanta calma fue en Río Gallegos, donde votó la vicepresidenta y expresidenta de Argentina, Cristina Kirchner. Votó en menos de una hora, y a la salida del local se dio un momento para hablar con medios trasandinos. Allí, dejó un mensaje duro contra su propio compañero, el Presidente Alberto Fernández.
“Yo sólo presido el Senado en un país presidencialista. La responsabilidad es del Presidente de la Nación. Yo hablé y no fui escuchada”, disparó, dando una estocada final a su compañero de fórmula, por allá en 2019, cuando llegaron a la Casa Rosada.
Su frase fue respondida por la propia candidata opositora, Patricia Bullrich, luego de votar. “Si siendo vice no es escuchada, me parece que es una excusa para no hacerse cargo de este gobierno”, replicó la exministra de Seguridad al ser consultada por lo expresado por la exmandataria.
En cuanto a la participación, los índices alcanzaron el 77,67% del padrón electoral, superando las cifras de las primarias del 13 de agosto (70,43%), según informó la Cámara Nacional Electoral.