Al menos siete personas murieron este miércoles en el marco de la violencia desatada entre las milicias del Movimiento Al Fatá y otras organizaciones islamistas en Ain al Hilwé, el mayor campamento de palestinos refugiados en Líbano.
Seis de los cuerpos fueron trasladados al hospital de Sidón, mientras que el séptimo fue llevado al hospital Al Rai. Los enfrentamientos dejaron al menos 24 heridos, uno de ellos en estado de gravedad, informó la agencia de noticias libanesa NNA.
En un intento por contener la violencia, un alto cargo del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) aterrizó en Beirut el martes para reunirse con líderes palestinos con el objetivo de poner fin a la violencia desatada en las últimas semanas, tras la muerte en julio un comandante de Al Fatá, Abú Ashraf al Armuch.
“Lo que está sucediendo ahora en Ain al Hilwé es la destrucción del campo con el pretexto de luchar contra el terrorismo, pero sin resultados reales significativos”, afirmó en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Ain al Hilwé, que se encuentra a las afueras de la ciudad de Sidón, en el sur del país, es prácticamente una ciudad sin ley y es conocido por los enfrentamientos entre facciones palestinas que operan en el lugar, donde viven unas 80.000 personas, principalmente palestinos que huyeron a Líbano tras la guerra árabe-israelí de 1948 y sus descendientes. También hay desplazados procedentes de Siria.