"Sin vacuna, no hay escuela". Ese fue el mensaje de la ministra de Salud, Giulia Grillo, ante la polémica ley aprobada en julio de 2017 por el gobierno anterior, pero que comenzó a regir el lunes, lo que ha generado caos en Italia, ya que prohibe el ingreso a las guarderías, jardines, colegios y otros establecimientos a todos los niños menores de seis años que no hayan sido inmunizados con las 10 vacunas obligatorias del país, que los protegen de varicela, poliomielitis, sarampión, entre otras enfermedades.
Según el diario Corriere della Sera, más de 300 niños en Bolonia, 1.200 en la región de Liguria, 600 en Módena y 37 en Véneto están en situación "irregular" y no pueden asistir a clases porque sus padres decidieron no vacunarlos y son los ayuntamientos los que deben informar a las familias de los menores de entre 0 a 6 años que no pueden ser inscritos y/o asistir a clases. Los niños no serán expulsados, aunque sus progenitores enfrentan multas de hasta US$ 565.
El gobierno italiano liderado por el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga busca bloquear la denominada Ley Lorenzin, llamada así por la anterior ministra de Salud, Beatrice Lorenzin, aunque no lograron un acuerdo en torno al problema y lo aplazaron seis meses, dando este tiempo para que los padres vacunaran a sus hijos, presentaran un certificado y se añadieran al registro nacional de vacunas. Sin embargo, el plazo venció el lunes y miles de niños seguían sin inmunizarse.
Según el diario La Vanguardia, la ley tensó las relaciones en el gobierno liderado por el M5E, contrarios a la obligatoriedad de las vacunas. En 2015, el partido propuso una ley para limitar el uso de vacunas porque las vincularon con el autismo, leucemia, alergias y cáncer.
Ante la controversia, el ministro del Interior, Matteo Salvini, envió una carta a la ministra Grillo para solicitar un decreto de ley urgente que permita el regreso a colegios y jardines a los niños sin vacunas.
Según la ministra Grillo, la norma vigente es necesaria ya que existe una "epidemia de sarampión en progreso". Esto, porque en 2017 Italia registró más de 5.400 casos de esta enfermedad convirtiéndose en el segundo país de Europa con el mayor brote de sarampión después de Rumania. Por esto, el gobierno trabaja en una nueva ley para un plan nacional de prevención en el que la única vacuna que seguiría siendo obligatoria sería la del sarampión, mientras que el M5E busca instaurar la política de "obligatoriedad flexible".
El Ministerio de Salud sostiene que durante los primeros meses de 2018 hubo un alza en las vacunaciones en comparación a los niveles de 2017. Incluso 13 regiones superaron el umbral establecido por la Organización Mundial de la Salud del 95%. Sin embargo, regiones como Tirol del Sur no superan el 67% en vacunas contra el sarampión, rubéola y paperas, por lo que tendrán hasta septiembre para regularizar la situación.