"Protege nuestro país y nuestro trabajo del Sinn Féin", advertían los panfletos que aparecieron el viernes en la noche en los buzones de varias casas de Dublín. El llamado, que suele ser atendido por las clases medias, no fue escuchado en los comicios del sábado, ya que el partido nacionalista de izquierda, que había vivido en una suerte de ostracismo político por sus vínculos con el Ejército Republicano Irlandés (IRA), fue el más votado.
"El Sinn Fein ganó la elecciones, ganamos el voto popular", dijo radiante Mary Lou McDonald, líder de esta formación. "Ha sido un mensaje muy claro a los dos partidos tradicionales de que sus días de dominación han terminado, la gente quiere una política nueva", afirmó.
En el complejo sistema electoral irlandés, los votantes no sufragan por una lista establecida, sino que elaboran su propia nómina eligiendo a candidatos de diferentes partidos por orden de preferencia.
Así, el Sinn Féin (que significa "nosotros mismos") obtuvo el 24,53% de votos (37 escaños), mientras el Fianna Fáil, alcanzaba 22,18% (38 escaños), y el Fine Gael, registraba el 20,86% (35 escaños), la fuerza del primer ministro saliente Leo Varadkar.
McDonald, de 50 años y que en 2018 reemplazó al histórico Gerry Adams, para muchos es en parte responsable del buen resultado de la colectividad. Adams fue la cara de la violencia del IRA durante el período conocido como "the troubles" o los conflictos en Irlanda del Norte y también fue un actor clave del proceso de paz que llevó al acuerdo de Viernes Santo en 1998.
Cuando McDonald asumió el liderazgo del partido, buscó ampliar la base de la colectividad, que era la clase trabajadora, a nuevos votantes, mediante una serie de figuras que no se vinculaban con los días del IRA. Otros analistas estiman que este terremoto político se puede atribuir a la insatisfacción con los partidos tradicionales, más que con el respaldo a la reunificación de la República de Irlanda con Irlanda del Norte, que es lo que busca el Sinn Féin.
Según la BBC, el partido nacionalista capitalizó el enojo de la gente, principalmente de jóvenes, en temas como la escasez de vivienda y las personas en situación de calle. Gracias a su foco en esos temas, el respaldo al Sinn Féin, dice el Financial Times, ha crecido de forma sostenida en las elecciones generales desde el 6% en 2002 al 24,53% del sábado.
El líder del Fianna Fáil, Micheál Martin, no descartó ayer trabajar con el Sinn Féin, pero dijo que aún existían "incompatibilidades importantes".
El diario The Telegraph señaló que esto puede haber desatado las alarmas tanto en Londres como en Belfast, debido a que el Sinn Féin ha abogado por la reunificación de Irlanda y también se ha opuesto al acuerdo del Brexit del gobierno de Boris Johnson. Entonces, de llegar a estar en el poder su influencia -dice el periódico- "podría ser problemática".