Al menos 53 civiles murieron en un ataque en la desértica provincia siria de Homs, informaron este viernes medios estatales, que culparon al grupo militante yihadista Estado Islámico.
Los cuerpos de todas las víctimas trasladadas al hospital estatal de Palmira presentaban heridas de bala en la cabeza, citó la agencia de noticias estatal SANA.
La prensa local dijo que las víctimas habían estado recogiendo trufas del desierto cuando fueron atacadas. La provincia de Homs está controlada por el Gobierno sirio y sus aliados.
Cinco heridos fueron trasladados a otro hospital. Uno de los supervivientes dijo a SANA que el EI había quemado sus coches. Ningún grupo reivindicó la autoría del ataque.
El Estado Islámico llegó a controlar vastas extensiones de territorio, pero perdió su control sobre el terreno en distintas ofensivas de combatientes respaldados por Estados Unidos, fuerzas gubernamentales apoyadas por Rusia, militantes regionales y rebeldes patrocinados por Turquía.
Ahora utiliza células durmientes para perpetrar atentados en Siria.
Las soldados gubernamentales sirios están dispersos por todo el país y dependen en gran medida de sus aliados -entre ellos el grupo armado libanés Hezbolá e Irán- para mantener el control sobre su territorio.