Un sismo de magnitud 6,4 sacudió este jueves el sur de California, en el oeste de Estados Unidos, dejando heridos leves, pero ningún daño importante, según los primeros balances disponibles.

El temblor fue el más fuerte en ese estado desde 1999 y se sintió en un área extensa, despertando el fantasma de "El Grande" (The Big One), un terremoto potencialmente devastador que se teme golpee en algún momento el oeste del país.

El foco sísmico se ubicó a 10,7 km de profundidad cerca de Searles Valley, una zona relativamente poco urbanizada 240 km al noreste de Los Ángeles, según datos actualizados del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

El epicentro se localizó cerca de la pequeña ciudad de Ridgecrest, de unos 30.000 habitantes, y de una base militar de la Armada estadounidense, la Naval Air Weapons Station China Lake, un amplio espacio desértico donde se prueban bombas y misiles. Una responsable de esa base indicó a la AFP que la sacudida había provocado "daños considerables" en la base. "Hay incendios, fugas de agua, fugas de productos peligrosos", declaró sin dar más detalles.

El sismo causó un número indeterminado de heridos muy leves en la zona, provocados sobre todo por el estallido de cristales o la caída de objetos o estanterías en las tiendas, informó David Witt, el jefe de los bomberos del condado de Kern, donde se encuentra Ridgecrest.

Poco antes sus servicios habían indicado en Twitter que participaban en unas 20 intervenciones que iban desde "asistencia médica a incendios en la ciudad de Ridgecrest", sin reportar víctimas.

Sus colegas del vecino condado de San Bernardino informaron de daños en algunas carreteras y edificios agrietados, "tuberías de agua rotas, cables eléctricos dañados, caídas de rocas en algunas carreteras", pero "ningún herido".

El Presidente Donald Trump dijo en Twitter que había sido informado en detalle del sismo y que "todo parece estar bajo control".

Pánico

Testigos entrevistados por canales de televisión contaron cómo el temblor abrió cajones, dejó caer aparatos de TV y causó pánico entre muchos residentes. El sismo principal, que ocurrió a las 10.35 locales de acuerdo con el USGS, fue seguido de varias réplicas más débiles.

"Podemos esperar muchas réplicas", dijo la sismóloga Lucy Jones en una conferencia de prensa, confirmando que se trató del impacto más fuerte que se siente en el sur de California desde 1999.

La científica precisó que el sismo no se produjo a lo largo de la famosa falla de San Andrés, donde los expertos temen un gran terremoto conocido como "Big One" que podría causar el caos en Los Ángeles y a lo lago de la costa oeste. La zona del movimiento telúrico del jueves es "una región con muchas fallas pequeñas pero ninguna grande", como la de San Andrés, agregó.

"Terremoto poderoso"

California es el estado más poblado de Estados Unidos, pero la zona del epicentro del terremoto, el desierto de Mojave es una gran área escasamente poblada. El movimiento telúrico se sintió claramente en Los Ángeles, según testigos y periodistas de AFP.

"He vivido en Los Ángeles toda mi vida. Este fue el terremoto más largo que experimenté jamás", tuiteó la cineasta Ava DuVernay. No se reportaron daños particulares en la megalópolis de California, donde los residentes continuaron con sus actividades habituales de este feriado del 4 de julio, Día de la Independencia de Estados Unidos.

El terremoto también se sintió en Las Vegas, en el vecino estado de Nevada, dijeron testigos. "Es un terremoto poderoso", tuiteó la policía de Los Ángeles, aunque aclaró que no había recibido por el momento llamadas que justificaran ayudas de emergencia. Las primeras informaciones disponible de las afueras de la ciudad tampoco mencionaron daños ni víctimas, y el aeropuerto de Los Ángeles dijo que no había sufrido afectaciones en sus pistas de aterrizaje.