El jefe de gobierno italiano Mario Draghi subrayó el miércoles que Italia es “un Estado laico” y su Parlamento soberano, replicando así públicamente a las críticas del Vaticano al proyecto de ley sobre la lucha contra la homofobia.

“Somos un Estado laico, no un Estado confesional”, declaró Draghi ante el Senado por lo que fue aplaudido. “El Parlamento es sin duda libre de debatir y legislar”, agregó.

“Nuestro sistema jurídico contiene todas las garantías para que las leyes respeten siempre los principios constitucionales y los compromisos internacionales, incluido el Concordato con la Iglesia”, aseguró Mario Draghi ante los senadores.

En ese sentido agregó que, “la laicidad no es la indiferencia del Estado ante el fenómeno religioso, la laicidad es la protección del pluralismo y la diversidad cultural”.

Rechazo del Vaticano

Ayer, el diario italiano Il Corriere della Sera confirmó que la Santa Sede anunció de manera formal su oposición al proyecto de ley para combatir la homofobia, una intervención inusual en las relaciones diplomáticas entre los dos países.

La iniciativa, que se debate en el Senado, tiene como objetivo sancionar los actos de discriminación e incitación a la violencia contra gays, lesbianas, transexuales y discapacitados.

Según el medio el monseñor Paul Gallagher, responsable del Vaticano para las Relaciones con otros Estados, envió una “nota verbal” a la embajada de Italia ante la Santa Sede el pasado 17 de junio en la que advierte que el proyecto viola el tratado entre los dos Estados.

La nota considera que algunos puntos del proyecto de ley italiano son contrarios al tratado bilateral vigente entre Italia y el Vaticano, ya que violan la libertad de la Iglesia Católica en materia de organización y ejercicio del culto, así como la libertad de expresión concedida a los fieles y a las asociaciones católicas.