Stanley G. Payne, historiador: "Este Franco no es el Franco de la historia, es un arma política"
El experto asegura a La Tercera que la exhumación de los restos del dictador es un "símbolo utilizado por la izquierda en la lucha política actual".
¿Cómo recibe España este aniversario 80 del fin de la Guerra Civil, justo en un período de fuertes divisiones políticas?
La verdad es que el aniversario de la Guerra Civil no le importa a la inmensa mayoría de los españoles. Lo que pasa en el país es que hay elecciones nuevas y mucha división política, es una condición normal, en los últimos dos años ha habido bastante división. Es una crisis semipermanente porque no hay partido mayoritario y los gobiernos tendrán que ser compuestos por alianzas. Es una situación que puede durar por algún tiempo.
En el último tiempo ha estado en el debate la exhumación de los restos de Franco, ¿cree que esa división que existió en la época de la Guerra Civil ha vuelto a renacer?
No, la cuestión de la Guerra Civil fue en gran parte resuelta durante la transición democrática, y los españoles adoptaron una actitud bastante consecuente en dejar la historia a los historiadores y continuar la vida de España con igualdad para todos. Lo que ha pasado es que en el siglo XXI hemos encontrado una situación nueva, que no tiene que ver con la historia, sino más bien con una nueva fase de la política de izquierda. Con la muerte de las ideologías clásicas de izquierda, las izquierdas actuales han adoptado lo que se llama el humanitarismo del pensamiento único, o la corrección política que insiste en la prioridad de la alteridad y la cuestión de victimismo en la sociedad y también en la historia, y por eso que al reclamar víctimas entonces para fortalecer su posición política. Esto no tiene que ver con la historia, tiene que ver con el presente político e ideológico en España de las nuevas izquierdas. El PSOE bajo Rodríguez Zapatero y Sánchez es muy diferente al de Felipe González. El partido de González era un socialismo de tipo socialdemocrático que dejaba la historia a los historiadores, no trataba de utilizar, en los años 90, la historia a favor de los intereses políticos actuales. Pero ahora no es una cuestión de la historia, no es que la historia sea importante, es meramente un interés y un arma política.
¿Usted cree que la exhumación de los restos de Franco sería una estrategia del gobierno?
Sí, es una medida política. Lo que pasa es que este Franco no es el Franco de la historia, es un arma política. Es un símbolo utilizado por las izquierdas en la lucha política actual. Es el presente, no es la historia. En cuanto a los restos de Franco, realmente no es una cuestión tan importante para España si Franco está en el Valle de los Caídos, o en el cementerio del Pardo o en la cripta familiar. Es una medida simbólica de hacer algo en contra de la derecha, para reivindicar el victimismo, en un momento en el que el gobierno está muy débil y no puede hacer nada, y esto es algo que sí puede hacer en la vida política.
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