Stephen Maher, biógrafo de Justin Trudeau: “Incluso los canadienses a quienes les agradaba y votaron por él están enojados porque se quedó tanto tiempo”

En medio de una crisis por el costo de la vida, un nuevo presidente en el país vecino y la fatiga habitual después de nueve años de gobierno, el primer ministro liberal de Canadá, Justin Trudeau, dio un paso al costado esta semana, y renunció al liderazgo de su partido, asegurando que no puede “ser el líder durante las próximas elecciones debido a pugnas internas”.

Ahora, los partidos de oposición se están organizando para hacer un voto de censura lo antes posible y adelantar las elecciones legislativas, que, de todos modos, tienen hasta octubre para tener lugar. Hasta entonces, desde el opositor Partido Conservador, Pierre Poilievre se perfila en las encuestas como el futuro primer ministro, y habrá que ver si es capaz de mantener su ventaja hasta entonces.

En entrevista con La Tercera, el periodista Stephen Maher, autor de la biografía The Prince: The Turbulent Reign of Justin Trudeau (El príncipe, el turbulento reinado de Justin Trudeau, en inglés), comenta la decisión del liberal, y qué se puede esperar de Canadá durante los próximos años.

Sobre la renuncia de Justin Trudeau, un artículo indicó que “sería la primera víctima de Donald Trump”. ¿Por qué dimitió el premier canadiense?, ¿cuánto de su decisión tuvo que ver con el panorama internacional?

Su renuncia no está directamente relacionada a Trump. Su ministra de Finanzas, una gran política llamada Chrystia Freeland, dimitió en diciembre, y esto dañó gravemente su credibilidad. Ella se mostró en contra del plan de Trudeau para tratar con Trump y sus aranceles. Además, Trudeau ha venido siendo muy impopular durante dos años. Ha estado en el poder durante tanto tiempo que la gente simplemente está cansada de él. Es simplemente algo relacionado con la fatiga del gobierno. La gente llega a asociar la crisis del costo de vida con el gobierno de turno. En su caso, hay algunos problemas especiales porque expandió rápidamente la inmigración después del Covid, lo que está vinculado a una crisis inmobiliaria que ya era un problema. Los jóvenes, en particular, lo culpaban de sus dificultades con la vivienda, mientras él dejaba entrar a millones de nuevos canadienses.

En este momento, ¿qué podemos esperar para las próximas elecciones?

Bueno, lo más probable es que ganen los conservadores. Pienso que Pierre Poilievre se parece al líder argentino, Javier Milei. No es tan extremo, pero al igual que Milei, representa una visión económica libertaria del mundo que no está en sintonía con nuestra cultura política tradicional. Lleva dos años liderando las encuestas por dos dígitos. Y ahora será interesante ver si puede mantener ese liderazgo, una vez que los liberales hayan elegido un nuevo líder y empiece la campaña para las elecciones generales.

¿Hay algún liderazgo fuerte en el Partido Liberal que pueda acortar la ventaja de Poilievre en los siguientes meses?

No es probable, pero en política nunca se sabe. El personaje más interesante es Mark Carney, exlíder del Banco Central de Canadá y del Banco Central de Inglaterra, que gestionó el Brexit. Es realmente una persona que ha tenido mucho éxito, pero es un tecnócrata y nunca antes se había presentado como candidato a un cargo. Es una posibilidad muy interesante, pero no tenemos idea de si es bueno en política. Es como si alguien a los 60 años decidiera convertirse en concertista de piano.

¿Y qué pasa con Freeland?

Sí. Es otra candidata interesante, pero puede que le resulte difícil distanciarse del gobierno del que formó parte durante tanto tiempo. Y la idea ahora mismo es presentarse como un Partido Liberal separado de los nueve años de gobierno que llevan.

¿Qué significa este momento en concreto para el futuro político de Justin Trudeau?

Creo que probablemente se tomará un descanso y eventualmente trabajará como orador público, que es lo que hacía antes de convertirse en primer ministro. Pero no tiene futuro político. Los canadienses, incluso los canadienses a quienes les agradaba y votaron por él, están enojados porque se quedó tanto tiempo y se negó a irse. Ahora tenemos una crisis política muy grave debido al imbécil naranja. Y estamos siendo dirigidos por un primer ministro debilitado. Así que en este momento somos como un barco sin timón, y los canadienses sienten que Trudeau es responsable.

En este sentido, ¿cómo podría ser el gobierno de Poilievre?

Sería un gran cambio. Está influenciado por la economía al estilo de Milton Friedman: una visión económica mucho más libertaria que la de cualquier gobierno canadiense del pasado. Entonces sería un cambio radical. Sin embargo, en general, algo que es poco probable que cambie es la apertura a largo plazo a la inmigración. Pero en el corto plazo, es probable que eso cambie.

¿Y cómo lucha Poilievre con eso, o hace su discurso político con ese concepto? ¿Cómo ve el tema de la inmigración?

Sí. Pero en Canadá, debido a que el país es tan diverso, tenemos un 30% de nacidos en el extranjero. Así que no se pueden ganar elecciones estando en contra de la inmigración. Entonces los conservadores piensan que es demasiado en este momento. Esa apertura hacia los inmigrantes no va a desaparecer. A nivel internacional, es una época de mayor polarización y de política cada vez más ideológica. Eso es parte de lo que está sucediendo aquí, que es una ruptura con nuestra tradición centrista.

Donald Trump insiste en hablar de Canadá como el Estado número 51 de EE.UU. ¿Qué tan graves son estas declaraciones?

Es una crisis existencial para nuestra economía y quizás para nuestra soberanía. Existe un escenario en el que los estadounidenses podrían intentar crear un Donbás en el oeste de Canadá. No creo que eso sea lo más probable. Pero los canadienses están alarmados por esto. Existe una crisis política y existencial para Canadá.

¿Qué podríamos esperar de la relación entre un eventual gobierno de Poilievre y Trump?

Bueno, deberían ser amigos. Y Elon Musk ha estado compartiendo contenido a favor de Poilievre en redes sociales. Pero esta retórica anticanadiense de Trump también le plantea un problema político a Polievre. Bueno, todos los canadienses están asustados y alarmados por la forma en que Trump habla. Es una locura. Esto no le hace la vida más fácil a Polievre.