Experto en asuntos políticos, económicos y de seguridad de Ucrania, el académico británico Taras Kuzio predijo en 2010 la anexión rusa de Crimea que resultaría del derrocamiento del Presidente ucraniano Viktor Yanukovych en 2014.
Investigador asociado en la Henry Jackson Society de Londres y profesor en el Departamento de Ciencias Políticas de la Academia Mohyla de la Universidad Nacional de Kiev, Kuzio lanzó a fines de enero el libro Russian Nationalism and the Russian-Ukrainian War (El nacionalismo ruso y la guerra ruso-ucraniana), donde analiza la obsesión del Presidente ruso, Vladimir Putin, con Ucrania y por qué el oprobio y las sanciones occidentales no han disuadido la agresión militar del Kremlin contra el país vecino.
En una reciente columna para el Atlantic Council, Kuzio afirmó que era “cada vez más obvio” que el mandatario ruso había cometido “errores de cálculo” con su invasión a Ucrania. “Gracias a estos catastróficos errores de cálculo, Putin ahora se encuentra sin buenas opciones para poner fin a una guerra que amenaza con acelerar el declive geopolítico de Rusia como gran potencia”, aseguró.
En entrevista con La Tercera, Kuzio reafirma su pronóstico y examina los “errores de cálculo” de Putin. A su juicio, “la guerra se decidirá por el colapso de la economía rusa y después de las derrotas en el campo de batalla, por la falta de voluntad para luchar”.
En 2010, usted predijo la anexión rusa de Crimea que se produjo cuatro años más tarde. ¿La invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin podía predecirse?
La invasión de Putin (a Ucrania) no era predecible, ya que esto era muy diferente. Desde enero de 1992, ningún político ruso había aceptado que Crimea y Sebastopol fueran ucranianos. A lo largo de la década “democrática” de 1990, el Parlamento y los políticos rusos hicieron reclamos territoriales. Rusia era mejor en la realización de actividades encubiertas y de guerra híbrida que no eran predecibles y podían negarse. Esto era conveniente para Occidente, ya que podían decir que, por ejemplo, no sabíamos quién había realizado el ciberataque. Por lo tanto, la mayoría pensó que Putin continuaría con la guerra híbrida encubierta, no con ataques militares abiertos. Lo que cambió fue la obsesión de Putin con Ucrania, que desde 2014 se volvió demasiado grande de contener para él. Y estuvo aislado durante la pandemia, cuando leyó demasiados libros de historia. Se podía ver esto en su largo ensayo de julio de 2021 sobre los rusos y los ucranianos.
Los informes de la OTAN y el Pentágono hablan de bajas masivas y un estancamiento en la ofensiva rusa en Ucrania. ¿Cree que hubo un error de cálculo por parte de Putin?
Hubo tres errores de cálculo. Calculó mal la reacción de Occidente, porque esperaba que se dividiera e impusiera sanciones leves, como en 2014. Calculó mal con el público ruso, ya que esta guerra no es tan popular como la invasión de Crimea en 2014. Calculó mal especialmente con Ucrania y los ucranianos, ya que creyó sus propias mentiras sobre que ellos no existen. Putin y el Kremlin creyeron que su Ejército sería recibido como libertador. En cambio, son odiados por el 100% de la población.
Se estima que Rusia ya ha perdido a, al menos, siete generales leales al Kremlin en solo un mes de guerra. ¿Putin mantiene su apoyo entre los comandantes militares rusos a pesar de estas bajas?
He contado 15 altos oficiales asesinados. Han sido atacados deliberadamente con la ayuda de la inteligencia proporcionada por EE.UU. y la OTAN. Estas bajas aumentarán el descontento en los militares de que esta guerra no se está ganando.
Anatoly Chubais, representante de Putin en la ONU, renunció a su cargo y huyó a Turquía. El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, no aparece en público desde hace más de dos semanas y hay rumores de que el jefe del espionaje ruso, Alexandr Bortnikov, sería elegido por la élite rusa para sustituir a Putin tras un eventual golpe de Estado. En su opinión, ¿la guerra de Ucrania ha provocado rupturas dentro del Kremlin? ¿Qué tan profundas son esas divisiones?
Creo que la combinación del error de cálculo en las respuestas occidental y ucraniana ha causado fracturas en las élites rusas. Todos esperaban una rápida victoria y la huida de (el Presidente de Ucrania, Volodymyr) Zelensky. Esto no ha sucedido. Rusia parece que está perdiendo. Más y más ratas huirán del barco que se hunde. Y cada vez más se desharán de la responsabilidad y culparán a Putin. Por ejemplo, (el expresidente ruso y vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry) Medvedev dijo que fue decisión de Putin invadir.
Tras las sanciones occidentales, Rusia está preocupada por el fantasma de la inflación y el mercado negro. Sin embargo, el FMI advirtió que las sanciones también tendrán efectos “significativos” en otros países, como el aumento de los precios de la energía, las materias primas y las interrupciones en la cadena de suministro. ¿Podría Putin aprovechar este efecto boomerang para fortalecer su posición interna en Rusia?
No. Esto no es posible. Las sanciones serán un desastre para Rusia en todos los sectores. En el extranjero, a la gente no le gustarán los altos precios de la gasolina y los precios de los alimentos, pero la simpatía mundial es para Ucrania, especialmente los civiles, y la admiración por la valentía y el coraje de su presidente, soldados y pueblo.
Ya ha pasado un mes de guerra. ¿Cree que será un conflicto largo? ¿Cómo piensa que terminará?
Creo que durará muchos meses, pero no años. La guerra se decidirá por el colapso de la economía rusa y después de las derrotas en el campo de batalla, por la falta de voluntad para luchar. Ucrania tiene ventajas. Sus oficiales están mejor capacitados que los rusos entrenados en las academias militares rusas. Las fuerzas ucranianas operan en pequeños grupos móviles y los oficiales de rango medio tienen autonomía. El Ejército ruso es como el soviético, con los generales controlando desde arriba. También tienen la moral alta, mientras que los rusos no tienen moral. Los ucranianos están enojados y muy motivados. Además, poseen una larga tradición militar y fueron considerados buenos soldados en el Ejército soviético. Los ucranianos tienen mejores suministros. Por su parte, los suministros rusos son escasos o están destruidos y capturados. Ucrania tiene buenas armas occidentales y buenas armas de producción nacional. También es una ventaja que el valiente liderazgo político permaneció en Kiev y no huyó. A eso se suman los fuertes movimientos de voluntariado y el apoyo de la población. La defensa territorial cuenta con 300.000 voluntarios; además, 400.000 hombres ucranianos han regresado de trabajar en Occidente para luchar. Cada ciudad que los rusos han ocupado ha sido testigo de resistencia armada o protestas pacíficas. Los rusos no han sido bienvenidos en ninguna parte como libertadores. La corrupción en Rusia ha hecho que la calidad del Ejército sea pobre. Por ejemplo, las tropas rusas han recibido raciones de alimentos de siete años (de 2015) y botiquines médicos de 44 años (de 1978).