Si hasta hace unos años China mantenía estrictas normas sobre planificación familiar, conocidas como la "política de un solo hijo" implantada desde 1980, el envejecimiento de la población y las posibles consecuencias en la económicas obligó al gobierno a dar pie atrás. A cuatro años del cambio en la normativa, los "coletazos" se hicieron evidentes en 2019, que registró la mayor caída en la tasa de nacimientos desde 1949, alcanzando una tasa de 10,48 recién nacidos por cada mil habitantes. Esto encendió las alarmas de las autoridades chinas.
Según el informe de la Oficina Nacional de Estadísticas de China, el año pasado hubo 14,65 millones de nacimientos. Aunque sigue siendo un gran número, representa el tercer año consecutivo con una caída en las cifras y una reducción de 580 mil recién nacidos.
Así, China vuelve a quebrar el récord mínimo que alcanzó en 1961, cuando en plena "hambruna" hubo 18,13 nacimientos por mil habitantes. Las autoridades chinas intentaron poner paños fríos señalando que la población en general continuó creciendo, llegando a los 1.400 millones de habitantes a finales de 2019
El diario South China Morning Post sostiene que "muchos demógrafos veteranos pidieron durante años al gobierno chino abandonar la política de nacimiento de un solo hijo, que terminó en 2016, debido al daño que causaría al crecimiento económico futuro y la capacidad del país para apoyar a la población envejecida. Menos nacimientos significan menos asalariados y menos consumidores en el futuro".
Esto es lo que los especialistas califican como una "bomba de tiempo demográfica", ya que a largo plazo sería insostenible que una población en edad laboral más pequeña logre mantener a flote a un grupo mayor de jubilados.
El gobierno chino ha intentado impulsar programas para aumentar el crecimiento de la población sin mayor éxito dada la reticencia de los ciudadanos a tener más hijos, no solo porque en el pasado enfrentaban "multas, pérdidas de empleo y, a veces, abortos forzados", al incumplir las normas, sino porque acusan "altos costos en la educación, vivienda y atención médica" en el caso de tener dos o más hijos.
Según The Guardian, para 2050 las personas mayores de 60 años representarían un tercio de la población en China. Esto implica que la economía se podría ver afectada en el futuro debido a una "menor productividad y mayores costos laborales".
Otras naciones asiáticas han sufrido el mismo declive en la población, como Japón y Corea del Sur. Según la BBC, la tasa de natalidad china es más baja que la de Estados Unidos, que en 2017 alcanzó 12 por cada mil habitantes.