La cifra de muertos a causa de los terremotos registrados el lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, escaló a más de 20.000, incluidos más de 17.000 en territorio turco, según los últimos balances publicados por las autoridades de ambos países y la Defensa Civil Siria, conocida como Cascos Blancos.
La Presidencia de Manejo de Desastres y Emergencias (AFAD) de Turquía indicó que hasta el momento se ha confirmado la muerte de 17.134 personas en el país, mientras que 64.194 han resultado heridas. En Siria, los funcionarios estatales señalaron que el número de fallecidos en las áreas controladas por el gobierno es de 1.347, mientras que el grupo de defensa civil Cascos Blancos informó de 1.930 muertos en áreas bajo dominio de los rebeldes en el noroeste del país. Así, el total de decesos en ambos países se elevan a 20.411.
Asimismo, se ha informado que un total de 5.158 personas resultaron heridas tanto en la Siria controlada por el gobierno como en la dirigida por los rebeldes. Los expertos han dicho que se espera que el número de muertos y heridos siga aumentando considerablemente en los próximos días, apuntó el diario The Guardian.
“El terremoto afectó a un área de unos 110.000 kilómetros cuadrados, lo que es igual o mayor al área de muchos países en Europa”, dijo el vicepresidente turco, Fuat Oktay. “Este terremoto es el tercero de más magnitud en los últimos 2.000 años, desde el terremoto de 1668 y el de Erzincan en 1939″, manifestó Oktay durante una comparecencia ante el Parlamento, según recogió la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Con estas cifras de víctimas, la letalidad ya supera la registrada durante el terremoto de 1999, de magnitud 7,6 y epicentro en la costa en el mar de Mármara (17.127 muertos), y que era hasta ahora la mayor tragedia vivida en la región durante las últimas décadas, apuntó el diario El País. En los medios turcos se refieren a la actual catástrofe como “La tragedia del siglo” y el Presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, la comparó al terremoto de Erzincan de 1939, que acabó con la vida de más de 32.000 personas.