La primera ministra británica, Theresa May, respaldó hoy oficialmente una enmienda conservadora a su plan de Brexit que pide eliminar la cláusula de seguridad para evitar una frontera física en la isla de Irlanda y sustituirla por "arreglos alternativos".
Al iniciar el debate parlamentario sobre la última moción gubernamental para la salida de la Unión Europea, May pidió a los diputados que "envíen un mensaje claro" a Bruselas sobre lo que desean votando por esa enmienda, presentada por el diputado Graham Brady.
La iniciativa de Brady, respaldada ahora por el Gobierno, afirma que el pacto gubernamental, rechazado el pasado 15 de enero, podría aprobarse si el Ejecutivo logra de la Unión Europea que se elimine la cláusula irlandesa y se reemplace por "arreglos alternativos que eviten una frontera dura".
Buena parte del gobernante Partido Conservador y sus socios parlamentarios del Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte se oponen a esa cláusula de seguridad, pues consideran que amenaza la integridad territorial del país y lo ata indefinidamente a las estructurales comunitarias.
May, que, al igual que la UE, hasta ahora decía que la cláusula era inamovible, adujo hoy que ha cambiado su posición porque ha "escuchado" las inquietudes de los parlamentarios.
La primera ministra se comprometió a pedir cambios "legalmente vinculantes" a Bruselas y a someter un pacto revisado a votación parlamentaria como tarde el 13 de febrero, o, si esto no fuera posible, una moción alternativa.
Tras la derrota del acuerdo de May el pasado día 15, los Comunes votan hoy una moción gubernamental "neutra" y varias enmiendas a la misma presentadas por distintos diputados.
Aunque éstas en general no son vinculantes, servirán para mostrar dónde reside la mayoría parlamentaria y definir los próximos pasos en el proceso del Brexit.
Además de la enmienda de Brady, que se votará al final, el presidente de la cámara, John Bercow, ha seleccionado otras seis, algunas de las cuales quedarán descartadas dependiendo de si otras son aprobadas.
La primera enmienda a considerar será la del Partido Laborista, que propone votar sobre todas las posibles opciones a fin de evitar una salida de la UE sin pacto el próximo 29 de marzo, entre ellas su plan de una unión aduanera con los Veintisiete y un posible segundo referéndum.
Una enmienda del Partido Nacionalista Escocés (SNP) plantea retrasar el Brexit mediante la prórroga del artículo 50 del Tratado de Lisboa y descartar una salida sin acuerdo.
También para evitar un Brexit duro, una enmienda del conservador proeuropeo Dominic Grieve solicita reservar seis sesiones parlamentarias en las próximas semanas para que los diputados propongan y voten sobre varias alternativas.
Una enmienda impulsada por la laborista Yvette Cooper y el conservador Nick Boles, que finalmente ha respaldado oficialmente el Laborismo, propone un proyecto de ley que retrasaría el Brexit si May no consigue que se apruebe un acuerdo para el 26 de febrero.
Otra enmienda de la laborista Rachel Reeves pide también prorrogar el artículo 50 si los Comunes no logran consensuar un acuerdo.
La conservadora Caroline Spelman impulsa por su parte una enmienda que simplemente rechaza dejar el bloque europeo sin un tratado bilateral, algo a lo que no se quiere comprometer la primera ministra.
Se espera que, una vez queden claras las vías que cuentan con consenso parlamentario, May regrese a Bruselas para obtener nuevos gestos de la UE, que hasta ahora se ha negado a renegociar el pacto refrendado por los Veintisiete el pasado 25 de noviembre.