La primera ministra británica, Theresa May, presentó ante el parlamento británico el plan b de salida de Reino Unido de la Unión Europea luego de la aplastante derrota que sufrió en la Cámara de Diputados, que la obligó a presentar nuevas medidas para el inicio del Brexit el próximo 29 de marzo.

Nuevamente la premier insistió en que no se realizará un segundo referendo porque  dañaría la "cohesión social en Reino Unido" y reiteró que se desarrollará el Brexit en la fecha establecida.

En ese sentido, la autoridad recalcó que "no se reabrirá el tratado de Belfast. Nunca lo he considerado y tampoco lo haré".

Uno de los puntos que propuso es renegociar con el grupo de los 27 el controvertido mecanismo para evitar que tras el Brexit haya una frontera dura en la isla de Irlanda, el punto más conflictivo del acuerdo rechazado por el parlamento.

"Esta semana seguiré hablando con mis colegas (...) para considerar cómo podríamos cumplir nuestras obligaciones con los ciudadanos de Irlanda del Norte e Irlanda de una forma que pueda obtener el mayor apoyo posible en la Cámara. Y luego volveré a llevar las conclusiones de estos debates a la UE", anunció al presentar su nuevo plan ante el parlamento.

Por otro lado, explicó que busca darle garantías la parlamento de que el Ejecutivo buscará voces "independientes del parlamento" sobre cuáles deben ser los pasos futuros y permitirá con los miembros del parlamento puedan opinar y definir cómo esperan que sea este acuerdo.

En relación a uno de los puntos que pareciera que le complican más a los parlamentarios, la primera ministra aseguró que los derechos de los trabajadores y medio ambiente no serán afectados por el Brexit.

El gobierno británico eliminará la tasa de 65 libras (75 euros) que cuesta a los comunitarios solicitar el "estatus de asentado" para quedarse en el Reino Unido después del "Brexit", anunció hoy la primera ministra.

May explicó que esta tarifa se anulará cuando el proceso de solicitudes se aplique en firme a partir del 30 de marzo, a fin de evitar que haya "impedimentos financieros" para los comunitarios que deseen quedarse en territorio británico tras la salida del país de la Unión Europea (UE).

Según la primera ministra, el Gobierno "reembolsará" el dinero a aquellas personas que soliciten el estatus de asentado en la fase preliminar iniciada hoy, cuando ha entrado en vigor el sistema informático que permite realizar los trámites.

La autoridad además que presentará una "moción" que será votada el próximo 29 de enero por el parlamento donde se debatirá si efectivamente se tomo en consideración las preocupaciones de los parlamentarios.

En su turno, el opositor Jeremy Corbyn, se mostró decepcionado por la medidas presentadas.