La ola de frío que azota buena parte de Estados Unidos seguirá extendiéndose este martes tras cobrar la vida de diez personas y dejar sin energía eléctrica a millones, incluso en estados del sur como Texas, con temperaturas generalmente moderadas.

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) alertó de un “área extensa y sin precedentes de condiciones invernales peligrosas” desde la costa este hasta la costa oeste, con más de 150 millones de estadounidenses bajo advertencias relacionadas con el clima invernal.

Mientras una nueva tormenta se espera en la región de los Grandes Lagos (noreste), el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó el lunes a los servicios de emergencia prepararse para hacer frente a “nieve, hielo y fuertes vientos en todo el estado durante los próximos dos días”.

Lluvias heladas, nevadas, tormentas de nieve y un frío polar azota Estados Unidos desde hace varios días.

Las autoridades, que han atribuido diez muertes al mal tiempo, instaron a la población a tener precaución al viajar en estas peligrosas condiciones.

“No sobrevivimos a casi un año de pandemia para perder gente a causa de una tormenta de nieve o de hielo”, dijo el gobernador de Kentucky, Andrew Beshear.

Un choque múltiple provocado por el hielo en una carretera cerca de Dallas dejó al menos seis muertos y decenas de heridos el jueves pasado.

Las autoridades de Louisiana confirmaron el lunes la muerte de un hombre en la ciudad de Lafayette, la primera relacionada con el mal tiempo en el estado sureño.

También murió un hombre en un accidente automovilístico cuando se desplazaba por una placa de hielo en Kentucky, según CBS.

Además, un niño murió después de caer en un estanque helado en Tennessee, según declaró la policía a los medios locales; y un anciano falleció en Texas, lo que eleva a diez el número de muertos por la ola de frío.

Más acostumbrado a los récords de calor, Texas se ha visto particularmente afectado por esta histórica ola polar.

Un espeso manto de nieve cubre calles, árboles y coches en la capital del estado, Austin. Algunos lugares incluso sufrieron caídas de temperatura de hasta -18 grados centígrados este fin de semana, mientras que Houston alcanzó los -9 grados.

Los habitantes de las ciudades texanas se mantienen encerrados en sus casas, en particular los niños, que no pueden salir por falta de ropa suficientemente abrigada en este estado donde las temperaturas promedio habitualmente rondan los 20 grados.

A causa de las fuertes nevadas, las heladas y las medidas para evitar la sobrecarga de la red, casi 2,8 millones de hogares en Texas se quedaron sin electricidad el lunes a las 19.30 horas, según el sitio Poweroutage.us.

Las previsiones indican que las condiciones extremas se extenderán aún más al sur. El NWS advirtió que “se esperan tormentas eléctricas severas, lluvias intensas y temperaturas cálidas en el sur de Georgia y Florida”.

El presidente Joe Biden firmó el domingo una declaración de emergencia para Texas, proporcionando asistencia federal para complementar la ayuda estatal.

Récords de frío

Además de Texas, otros estados como Alabama, Oklahoma, Kansas, Mississippi y Oregon -donde 300 mil personas están sin electricidad- han declarado el estado de emergencia.

Más de 3.000 vuelos fueron cancelados el lunes en todo el país según el sitio web FlightAware.

“Más de 150 millones de estadounidenses viven en un lugar donde se han implementado advertencias de frío extremo, lluvia helada o alertas de vigilancia por tormentas de nieve”, dijo el lunes el NWS.

“Esta espectacular ola de frío que golpeó el territorio continental de Estados Unidos está vinculada a la combinación de un anticiclón ártico que transporta temperaturas bajo cero y una depresión muy activa con olas de precipitaciones”, señaló el ente.

“Cientos de récords de frío ya se han registrado y seguirán registrándose durante esta ola de frío polar”, agregó el NWS.

En el centro del país, las temperaturas ya alcanzaron máximos históricos durante el fin de semana con -45 grados centígrados en partes de Minnesota, uno de los estados más fríos de Estados Unidos.

Se estima que las temperaturas podrían caer muy por debajo de los promedios estacionales en el centro y las llanuras del sur del país hasta el martes, advirtieron los servicios meteorológicos.