Casi la mitad de las líneas ferroviarias del Reino Unido se encontraban cerradas la mañana de este martes. Con tan solo una quinta parte de los servicios operando, los miembros del sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transporte anunciaron que cesarán labores desde hoy, incluyendo miércoles, viernes y sábado, mientras que el sindicato de conductores de Aslef parará funciones el día jueves, dejando a muchos lugares, incluida la mayor parte de Escocia y Gales, sin servicio de trenes.
La prolongada disputa sobre salarios y condiciones laborales llevó al secretario de Transporte, Mark Harper, a la mesa de negociaciones: dijo que el gobierno ha ofrecido una “oferta salarial muy justa”.
“Lo que seguimos escuchando es lo mismo del gobierno en todos los sectores que quieren facilitar un acuerdo, pero en realidad no hacen nada”, dijo Mick Lynch a Sky News desde una protesta en la estación de trenes Euston en Londres, afirmando que los funcionarios no han presentado nuevas propuestas e insinuó que el gobierno estaba bloqueando un acuerdo.
Las compañías ferroviarias y el gobierno argumentan que se debe de cambiar la forma en que opera la red ferroviaria para controlar los costos después de que la pandemia de coronavirus redujo el tráfico de pasajeros y cambió los patrones de viaje.
Pero los trabajadores ferroviarios y del sector público se quejan de que los salarios no han podido “mantener el ritmo del aumento vertiginoso del costo de vida”. La inflación en el Reino Unido se disparó a 11,1 %, un máximo en 41 años, impulsada por el fuerte aumento de los costos de la energía y alimentos.
Acompañando a los trabajadores ferroviarios, se anunciaron nuevas huelgas para el 11 y el 23 de enero, por parte del personal de ambulancias y desde el 18 al 19 de enero para el caso del personal de enfermería.