Un potente sismo de 7,2 grados de magnitud sacudió el viernes el centro y sur de México sin causar grandes daños, pero la caída de un helicóptero que transportaba a un ministro a la zona del temblor dejó 13 muertos, entre ellos tres niños.
El ministro de Gobernación (Interior) Alfonso Navarrete y quienes lo acompañaban en la aeronave resultaron ilesos, pero el aparato se desplomó sobre un vehículo y sobre personal que lo esperaba en tierra, dejando 13 muertos y 15 heridos, informó ayer la fiscalía de Oaxaca, estado donde se produjo el siniestro.
"Se han levantado los cuerpos de 12 personas: cinco mujeres, cuatro hombres, dos niñas y un niño. Otra persona ha muerto en el Hospital de Jamiltepec" y otras 15 resultaron heridas, precisó la fiscalía en un comunicado.
Navarrete, el gobernador de Oaxaca Alejandro Murat y otros funcionarios habían viajado a la zona de Pinotepa en una misión de reconocimiento de eventuales daños provocados por el sismo.
A escasos 40 metros de aterrizar, el piloto de la aeronave perdió el control y el aparato se desplomó quedando en tierra sobre uno de sus lados, relató Navarrete a la cadena Televisa la noche del viernes. El helicóptero aplastó a un vehículo que se encontraba en tierra.
El terremoto revivió temores cinco meses después del sismo que dejó casi 400 muertos y graves daños.