Mediante un llamado telefónico tripartito, Luiz Inácio Lula da Silva, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Gustavo Petro se reunieron para abordar la crisis política que dejó las recientes elecciones presidenciales de Venezuela. Mediante un comunicado conjunto, los mandatarios de Brasil, México y Colombia, respectivamente, señalaron que siguen “con mucha atención el proceso de escrutinio de los votos”, y llamaron a las autoridades del gobierno de Nicolás Maduro a “que avancen de forma expedita y den a conocer públicamente los datos desglosados por mesa de votación”.
La petición no proviene de cualquier grupo de presidentes. Se trata de tres mandatarios de izquierda que en el pasado se mostraron amistosos con la administración chavista, también promoviendo su integración en la región durante los últimos años. Si bien fueron de los más cautos tras el anuncio de la victoria -puesta en tela de juicio por la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González- de Maduro, el domingo pasado, ahora solicitan una salida transparente y democrática del asunto.
“Las controversias sobre el proceso electoral deben ser dirimidas por la vía institucional. El principio fundamental de la soberanía popular debe ser respetado mediante la verificación imparcial de los resultados”, prosigue el comunicado, para luego convocar a la calma. “Hacemos un llamado a los actores políticos y sociales a ejercer la máxima cautela y contención en sus manifestaciones y eventos públicos con el fin de evitar una escalada de episodios violentos. Mantener la paz social y proteger las vidas humanas deben ser las preocupaciones prioritarias en este momento”.
De momento, las autoridades locales hablan de 1.200 detenidos en el marco de manifestaciones contra el gobierno de Maduro, que fue proclamado presidente por tercera vez consecutiva con el 51% de los votos. La oposición, en cambio, señala que el recuento estuvo amañado y que González habría logrado el 73% de los respaldos ciudadanos, basándose en las actas de sus testigos.
Si bien el comunicado no proclama a Maduro como mandatario, ni tampoco lo hace con González, marca la exigencia de un sector aliado para la pronta y transparente resolución de las elecciones venezolanas.
A modo de cierre, los tres mandatarios izquierdistas plantean: “Sea esta la oportunidad para expresar, nuevamente, nuestro absoluto respeto por la soberanía de la voluntad del pueblo de Venezuela. Reiteramos nuestra disposición para apoyar los esfuerzos de diálogo y búsqueda de acuerdos que beneficien al pueblo venezolano”.