Un tribunal de Japón condenó el viernes a la horca a un ciudadano peruano que mató a seis personas en 2015 al norte de Tokio
La corte de distrito de Saitama condenó a Jonathan Nakada, de 32 años, por los asesinatos cometidos en la ciudad de Kumagaya. Además el acusado fue declarado culpable de cargos de robo relacionados, reportó la agencia de noticias Kyodo.
Nakada entró en tres viviendas en septiembre de 2015, matando a una pareja de unos 50 años en una de ellas y a una mujer de 84 en otra.
La policía detuvo a Nakada en la última casa, donde había acabado con la vida de una mujer de 41 años y de sus dos hijas de 7 y 10. Durante el arresto, Nakada se apuñaló varias veces en el brazo, se hizo una cruz en el pecho y luego se tiró desde el segundo piso donde se encontraba.
Al parecer Nakada sufrió un ataque de frenesí mortífero tras haberse escapado de una comisaría donde era interrogado por sospechas de intrusión de viviendas en ese mismo barrio.
Los abogados del ciudadano peruano habían pedido que fuera sobreseído debido a que era esquizofrénico y por lo tanto inapto a ser sometido a juicio
El tribunal rechazó el argumento de la defensa de que tenía problemas de salud mental y que debía quedar absuelto. Según el juez Naoto Sasaki, los investigadores demostraron que la intención de Nakada era robar y asesinar y que era perfectamente consciente de las consecuencias.
El juicio provocó mucho interés en Japón, un país con una baja tasa de criminalidad, donde unas 500 personas hicieron cola para poder asistir al anuncio de la sentencia.
El condenado es hermano de Pablo Nakada Ludena, apodado en Perú el "Apóstol de la Muerte" por haber asesinado a 25 personas entre 2000 y 2006.
Pablo Nakada Ludena, que sufre de esquizofrenia paranoica y está detenido en un hospital psiquiátrico de Lima desde 2007