El Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil confirmó hoy el derecho de la expresidenta Dilma Rousseff de disputar las elecciones legislativas del próximo domingo, en las que aspira a un escaño en el Senado por el estado de Minas Gerais y es señalada como favorita por los sondeos.

La máxima autoridad electoral de Brasil confirmó este jueves, por votación unánime de sus siete miembros, la decisión anunciada el mes pasado por el Tribunal Regional Electoral de Minas Gerais de validar la inscripción de la candidatura de Rousseff al Senado, que había recibido una decena de impugnaciones.

La decisión había quedado en duda debido a que en el tribunal regional sólo fue aprobada por cuatro de sus siete miembros y rechazada por tres, división que fue aprovechada por diferentes partidos para presentar nuevos recursos ante el TSE contra la candidatura de la expresidenta (2011-2016).

Según las denuncias, Rousseff estaría inhabilitada electoralmente debido a que fue destituida del mandato de presidenta por el Congreso en 2016 tras ser hallada culpable en un juicio político en el que se le acusó de maquillar las cuentas públicas.

La pérdida del mandato en un juicio político, según los demandantes, automáticamente prohíbe al condenado a aspirar a cargos públicos en los siguientes ocho años.

Los miembros del TSE, sin embargo, respaldaron los argumentos del instructor del juicio, Luis Roberto Barroso, según los cuales el propio Senado hizo dos votaciones, en una de las cuales aprobó la destitución de la entonces jefe de Estado y en otra le mantuvo sus derechos políticos, por lo cual estaría apta para disputar las elecciones.

"La Justicia Electoral no tiene competencia para analizar si la decisión proferida por el Senado está correcta o equivocada. Esa decisión, en caso de que alguien la cuestione, le corresponde a la Corte Suprema", afirmó Barroso.

La expresidenta encabeza las encuestas de intención de voto al Senado en el estado de Minas Gerais para las elecciones del domingo, por lo que es favorita a quedarse con uno de los dos escaños en disputa en esa jurisdicción.

Rousseff es candidata por el Partido de los Trabajadores (PT), la formación liderada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien sí fue inhabilitado para disputar las elecciones presidenciales debido a su condición de preso y condenado en segunda instancia por corrupción.

Lula, que lideraba los sondeos hasta ser declarado inelegible, escogió como su sucesor en la disputa presidencial al exministro Fernando Haddad, quien está en segundo lugar en las encuestas por detrás del diputado ultraderechista Jair Bolsonaro.

Según los sondeos, Bolsonaro y Haddad, como los dos candidatos presidenciales más votados el domingo, tendrán que disputar una segunda vuelta el 28 de octubre, en la que aparecen técnicamente empatados.