Los demócratas están apostando a que pueden expandir el mapa electoral en la semana final de la campaña, con una incursión tardía en varios estados tradicionalmente con inclinación republicana, lo que deja al Presidente Donald Trump defendiéndose en estados disputados que ganó hace cuatro años.
El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, viajó el martes a Georgia, un estado que ha votado por los nominados republicanos en cada elección presidencial desde 1992. Luego en la semana, se dirigirá hacia Iowa, estado que Trump ganó en 2016, por un margen considerable después de que el expresidente Barack Obama ganara allí dos veces. Su compañera de fórmula, Kamala Harris, viajó a Arizona el miércoles y luego a Texas, ambos estados que han votado por los republicanos en los últimos cinco y 10 ciclos de campaña respectivamente.
Mientras que Trump ha viajado esta semana al menos a cinco estados en los que ganó en 2016 y que son clave para una victoria ahora. Él realizó tres actos de campaña el lunes en Pennsylvania, donde ganó por un margen estrecho en 2016 y donde las encuestas muestran que Biden lidera por un promedio de 4,5 puntos, según Real Clear Politics.
El martes, Trump realizó actos de campaña en Michigan, Wisconsin y Nebraska, donde el distrito del área de Omaha que entrega un voto electoral podría ser clave en el caso de que la carrera esté muy estrecha. Trump ganó el distrito por un margen de 2,3 puntos porcentuales en 2016.
“Si él gana donde ganó la última vez, él será reelegido por un amplio margen”, dijo el portavoz de la campaña de Trump, Tim Murtaugh, que destacó que el Presidente recientemente viajó a Minnesota, New Hampshire y Nevada, todos ellos estados donde Clinton ganó en 2016 y donde ahora Biden lidera en los sondeos.
Biden tomará la ofensiva esta semana al viajar tras su viaje a Pennsylvania el lunes y a Florida, Wisconsin y Michigan a finales de la semana. Pero la campaña del exvicepresidente está haciendo una apuesta arriesgada en la recta final al pasar tiempo en los bastiones republicanos como Texas y Georgia con el objetivo de darlos vuelta. Si gana, Biden será aclamado por su estrategia; si pierde, probablemente será criticado por sus compañeros demócratas, tal como le pasó a Clinton cuando visitó Arizona en los últimos días de la campaña de 2016 y fue cuestionada por no concentrarse en apuntalar los estados disputados que son cruciales para su victoria.
El lunes, Biden dijo que mantendría el enfoque en los estados tradicionalmente azules del Medio Oeste que los demócratas perdieron en 2016 y donde lidera en las encuestas ahora. “La pared azul tiene que restablecerse”, dijo.
En el tramo final, la campaña de Biden ha trabajado para mantener el manejo del coronavirus por parte del gobierno de Trump como un tema central para los votantes, que señalan que la pandemia es una de las principales preocupaciones junto con la economía, según una encuesta de The Wall Street Journal / NBC News.
La visita de Biden a Georgia tenía como objetivo reforzar que los dos escaños del Senado de Georgia podrían decidir si los demócratas obtienen una mayoría en el Senado. Ambas carreras han sido calificadas como inciertas por el boletín no partidista Cook Political Report. También hay una carrera competitiva en Iowa, ya que la senadora republicana Joni Ernst se enfrenta a una desafiante demócrata dura y bien financiada, Theresa Greenfield.
Trump ganó los 16 votos electorales de Georgia por 5 puntos porcentuales en 2016, pero las encuestas de los últimos meses muestran que la carrera se está estrechando. El Presidente ahora lidera por menos de un punto porcentual en el promedio de encuestas de Real Clear Politics.
Obama, el sustituto más destacado de Biden, salió a realizar campaña en Orlando, Florida, en un autocine en las afueras del Camping World Stadium. El expresidente criticó a Trump por restar importancia a la gravedad del virus, que ha aumentado en las últimas semanas en gran parte de Estados Unidos.
Como parte de sus discursos finales, Trump ha señalado que los medios de comunicación están exagerando la gravedad de la pandemia para lastimarlo políticamente, prediciendo que la historia desaparecerá si Biden gana las elecciones.
En una serie de tuits el martes por la mañana, Trump acusó a los medios de comunicación de estar demasiado obsesionados con una pandemia global que ha matado a casi 226.000 personas solo en Estados Unidos. “Hasta el 4 de noviembre, Fake News Media estará a pleno rendimiento en Covid, Covid, Covid. Estamos redondeando el giro. 99,9%”, escribió Trump.
El promedio de siete días de casos nuevos alcanzó un máximo histórico de 68.767 el lunes. El recuento total de casos en EE.UU. supera los 8,7 millones. El lunes, la cantidad de personas hospitalizadas con Covid-19 en superó las 40.000 por sexto día consecutivo, niveles vistos por última vez en agosto.