Trump acepta nominación y lanza dura crítica contra migración a EE.UU.

En su primer discurso desde el atentado que sufrió el sábado en Pennsylvania, el expresidente estadounidense Donald Trump aceptó “con orgullo” este jueves formalmente la candidatura presidencial del Partido Republicano después de ganar suficientes delegados al inicio de la convención el lunes, en Milwaukee.

Después de agradecer a Lee Greenwood, quien interpretó “God Bless America” antes de que el republicano subiera al escenario, Trump dijo daría “un mensaje de confianza, fuerza y esperanza”. “Dentro de cuatro meses tendremos una victoria increíble y comenzaremos los cuatro años más importantes de la historia de nuestro país”, afirmó. “Juntos lanzaremos una nueva era de seguridad, prosperidad y libertad para los ciudadanos de todas las razas, religiones, colores y credos”.

Trump continuó: “La discordia y la división en nuestra sociedad deben curarse. Debemos curarlas rápidamente. Como estadounidenses, estamos unidos por un destino único y un destino compartido. Nos levantamos juntos o nos desmoronamos”. Añadió que se postula para presidente por “todo Estados Unidos, no por la mitad de Estados Unidos”, porque “no hay victoria en ganar para la mitad de Estados Unidos”.

“Así que esta noche, con fe y devoción, acepto con orgullo su nominación para presidente de Estados Unidos”, dijo Trump entre aplausos.

A continuación, el candidato republicano se refirió al intento de asesinato que sufrió en Pennsylvania. “Solo lo contaré una vez, porque es muy doloroso de recordar”, advirtió.

“Se supone que no debo estar aquí esta noche”, dijo. Luego hizo una pausa y miró a la multitud en la Convención Nacional Republicana. “Les diré que estoy ante ustedes en esta arena sólo por la gracia de Dios todopoderoso”, insistió Trump. “Si no hubiese girado la cabeza en el último segundo el tirador hubiese dado en el blanco”, afirmó. “Tenía a Dios conmigo”, agregó.

Describió a los agentes del Servicio Secreto que corrieron al escenario para ayudarlo como “valientes”. Trump dijo que pensó que la mayoría de la gente en el mitin creía que estaba muerto después de su caída en escenario. “Esa hermosa multitud sabía que estaba en problemas y no querían dejarme”, señaló.

“Quería hacer algo para que supieran que estaba bien. Por eso levanté el brazo y empecé a gritar ‘fight, fight’”, relató el expresidente, que rindió homenaje a Corey Comperatore, el hombre que murió en el intento de magnicidio en Pennsylvania. Trump pidió un minuto de silencio.

Después de relatar su intento de asesinato y llorar a los perdidos y heridos, Trump comenzó a adentrarse en un terreno familiar. Pidió que el país se uniera y luego dijo que la mejor manera de hacerlo sería que los demócratas retiraran los casos penales en su contra. Se quejó de una “caza de brujas partidista”.

“No debemos criminalizar la disidencia ni demonizar el desacuerdo político, que es lo que ha estado sucediendo en nuestro país últimamente a un nivel que nadie ha visto antes”, dijo Trump. “Y con ese espíritu, el Partido Demócrata debería dejar de utilizar de inmediato el sistema judicial como arma y etiquetar a su oponente político como enemigo de la democracia. Sobre todo, porque eso no es cierto. De hecho, soy yo quien salva la democracia para la gente de nuestro país”, aseguró.

“Esta elección debería tratar sobre los problemas que enfrenta nuestro país y cómo hacer que Estados Unidos vuelva a ser exitoso, seguro, libre y grandioso”, dijo el expresidente, y agregó: “En una época en la que nuestra política nos divide con demasiada frecuencia, ahora es el momento de recordar que todos somos conciudadanos: somos una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos”.

Aseguró que el país tiene un “liderazgo incompetente”. Luego describió diversas crisis que a su juicio golpean a EE.UU. y también al mundo. “Nuestro planeta se tambalea al borde de la Tercera Guerra Mundial”, advirtió, al tiempo que advirtió de “una invasión masiva en nuestra frontera sur”, en referencia a la frontera de Estados Unidos con México. “Tenemos que detener la invasión a nuestro país que está matando a cientos de miles de personas al año”, “la peor invasión de todos los tiempos”, afirmó. “A taladrar, y cerremos esa frontera”, añadió, al hacer alusión al muro.

Trump se refirió a la disminución de las tasas de criminalidad en otros países, como Venezuela y El Salvador, y preguntó el por qué de este fenómeno. “¡Están enviando a sus asesinos a Estados Unidos!”, advirtió. “En Venezuela, el crimen ha bajado un 72%. Tendremos la próxima convención republicana en Caracas, Venezuela, porque será seguro. Nuestras ciudades serán inseguras. En El Salvador los asesinatos han bajado un 70%, ¿por qué han bajado?”, se preguntó.

“Acabaré con la crisis de la inflación y reduciré los costos de la energía”, prometió.

Trump nombró a Biden en su discurso: “Sólo voy a decir su nombre una vez”. “Si tomamos a los 10 peores presidentes de la historia de Estados Unidos, piénselo, los 10 peores, los sumamos, no habrán hecho el daño que ha hecho Biden”, dijo, repitiendo una línea que usa con frecuencia en su discurso de campaña. “No voy a utilizar más el nombre, sólo una vez. El daño que le ha hecho a este país es impensable. Es impensable”, añadió.

En el cierre de su discurso, de una hora y 33 minutos, Trump prometió la victoria. “Ganaremos. Nadie nos detendrá. Nadie pondrá obstáculos en nuestro camino”, dijo. “Seguiremos juntos hacia ese destino de gloria y salvaremos a este país. Tendremos ese porvenir rico y maravilloso. Será más unido que nunca antes. Haremos que Estados Unidos sea grane otra vez. Muchas gracias Wisconsin”, concluyó.