El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con reafirmar el control estadounidense sobre el Canal de Panamá, acusando al país centroamericano de cobrar tarifas excesivas por utilizar el paso, que permite a los barcos cruzar entre los océanos Pacífico y Atlántico.
En una publicación la noche del sábado en su red social Truth Social, Trump también advirtió que no dejaría que el canal cayera en las “manos equivocadas”, y pareció advertir de la posible influencia china en el paso, escribiendo que el canal no debería ser administrado por el gigante asiático.
China no controla ni administra el canal. Sin embargo, una filial de CK Hutchinson Holdings, en Hong Kong, gestiona dos puertos situados en las entradas caribeña y pacífica del canal, respectivamente.
El mensaje fue un ejemplo extremadamente raro de un líder estadounidense que dice que podría presionar a un país soberano para que le entregue territorio. También subraya un esperado cambio en la diplomacia estadounidense bajo Trump, que históricamente no ha rehuido amenazar a sus aliados y utilizar una retórica belicosa cuando trata con sus homólogos.
“Las tarifas que está cobrando Panamá son ridículas, especialmente conociendo la extraordinaria generosidad que ha sido otorgada a Panamá por Estados Unidos”, escribió Trump en Truth Social.
“No fue otorgado para el beneficio de otros, sino simplemente como una muestra de cooperación con nosotros y Panamá. Si no se siguen los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de dar, entonces exigiremos que el Canal de Panamá nos sea devuelto, en su totalidad, y sin preguntas”, escribió.
La embajada panameña en Washington no respondió a la solicitud de comentarios. La Cancillería del istmo ni la administración del Canal respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios de Reuters.
Estados Unidos construyó en gran parte el canal y administró el territorio que rodea el paso durante casi un siglo. Pero ambos países firmaron un par de acuerdos en 1977 que allanaron el camino para que el canal volviera a estar totalmente bajo control panameño a partir del último día de 1999.
La vía navegable, que permite el cruce de hasta 14,000 buques al año, representa el 2.5% del comercio marítimo mundial y es fundamental para las importaciones estadounidenses de automóviles y bienes comerciales en buques portacontenedores procedentes de Asia, y para las exportaciones estadounidenses de materias primas, incluido el gas natural licuado (GNL).
No está claro cómo Trump trataría de recuperar el control sobre el canal, y no tendría ningún recurso en virtud del derecho internacional si decidiera hacer una jugada por el paso.
No es la primera vez que Trump se plantea abiertamente una expansión territorial.
En las últimas semanas, ha elucubrado repetidamente sobre la posibilidad de convertir Canadá en un estado estadounidense, aunque no está claro hasta qué punto va en serio con el asunto.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump expresó su interés en comprar Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca. Fue rechazado públicamente por las autoridades danesas antes de que las conversaciones pudieran tener lugar.