El expresidente Donald Trump, durante su discurso de este domingo en el Madison Square Garden de Nueva York, reiteró sus críticas a su rival demócrata, la vicepresidenta de EE.UU. Kamala Harris por el manejo de la economía y la migración en el gobierno de Joe Biden.

“Estoy aquí hoy con un mensaje de esperanza para todos los estadounidenses: con su voto en estas elecciones, pondré fin a la inflación. Detendré la invasión de criminales que entran a nuestro país y traeré de vuelta el sueño americano”, dijo Trump a la multitud reunida el colosal recinto deportivo su ciudad natal.

El exmandatario siguió a su esposa, Melania Trump, duranta el mitín de cierre de campaña para los comicios del próximo 5 de noviembre. “Si gano, construiremos rápidamente la mayor economía de la historia del mundo. Que es lo que tuvimos en nuestro último mandato. Derrotaremos rápidamente a la inflación y simplemente haremos que Estados Unidos vuelva a ser asequible”, dijo, promocionando varias de las propuestas políticas de su eventual gobierno en la Casa Blanca.

El magnate entró de lleno con un frontal ataque a Kamala Harris. “Has destruido nuestro país. No vamos a aguantarte más ¡Vete ya, Kamala!¡Estás despedida!”, exclamó.

Luego dijo que su adversaria en la lucha por llegar a la Casa Blanca “ha perpetrado la más escandalosa traición contra nuestro pueblo”, entre otras cosas, por “desplegar un ejército de inmigrantes que está llevando a cabo una campaña de violencia y terror contra nuestros ciudadanos”.

Trump reiteró que invocará una ley marcial utilizada por última vez durante la Segunda Guerra Mundial para deportar inmigrantes masivamente, porque el país está siendo “ocupado”.

Precedido por su esposa, Melania Trump, y el magnate y cofundador de Tesla Elon Musk, Trump anunció que sumará a su plan económico deducciones fiscales para personas que cuidan de familiares con necesidades especiales.

Miles de seguidores de Trump escuchan su discurso en el mitín de cierra de campaña en el Madison Square Garden, en Nueva York. Foto: Reuters/Andrew Kelly

Más ataques de sus aliados a demócratas y migrantes

El mitín de Trump en el Madison Square Garden comenzó con una serie de ataques contra Kamala Harris, Hillary Clinton, otros líderes demócratas, Puerto Rico y los inmigrantes refugiados en Nueva York.

El político republicano David Rem tomó el micrófono para llamar a Harris “el diablo” mientras agitaba una cruz. “Ella es el anticristo”, aseguró. Otro orador, el locutor de radio Sid Rosenberg comenzó atacando a Clinton, la candidata demócrata de hace ocho años. “Ella es un bastardo enfermo, esa Hillary Clinton, ¿eh?”, dijo, canalizando los comentarios pasados del propio Trump. Luego, Rosenberg dirigió su atención a los inmigrantes que ahora viven en la ciudad de Nueva York y su furia por los intentos del gobierno local de alimentarlos y albergarlos. “Hay personas sin hogar y veteranos -estadounidenses, estadounidenses- durmiendo sobre sus propias heces en un banco en Central Park”, dijo Rosenberg. “Pero los malditos ilegales obtienen lo que quieren, ¿no?”.

Trump también repitió una serie de afirmaciones falsas largamente desacreditadas sobre la inmigración y otros temas. Afirmó que la administración Biden no ha respondido a las urgencia que dejó el paso del huracán Helene en Carolina del Norte, “porque gastaron su dinero en traer inmigrantes ilegales, por lo que no tenían dinero para Georgia, Carolina del Norte, Alabama, Tennessee, Florida y Carolina del Sur”.

Sin embargo, el Congreso estadounidense asignó a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en ingles) más de US$35 mil millones en fondos de ayuda en casos de desastre para el año fiscal 2024, según las estadísticas oficiales y también una reserva de dinero mucho menor, US$650 millones para un programa destinado a ayudar a las comunidades a albergar a migrantes, según aseguró el reporte de la cadena CNN.

El candidato republicano repitió estas afirmaciones falsas sobre migración, cuyo problemática achaca a la vicepresidenta Kamala Harris: “Ella era la zar de la frontera. Ella estaba a cargo de la frontera”. Sin embargo, sus detractores recordaron que Harris nunca fue “zar de la frontera”, una etiqueta que la Casa Blanca siempre ha enfatizado como inexacta, y nunca estuvo a cargo de la seguridad fronteriza, responsabilidad del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.

El magnate y cofundador de Tesla, Elon Musk, nuevamente apareció para entregar su respaldo público a Trump. Foto: Reuters/Carlos Barria

Puerto Rico en el ruedo político

Otro punto de la manifestación de Trump que provocó desencuentros enntre sus propios partidos, fue la intervención de Tony Hinchcliffe, comediante y presentador de podcasts, quien atacó a Puerto Rico, en la ciudad que alberga la mayor población puertorriqueña en el territorio continental de Estados Unidos. Unos 500.000 puertorriqueños también viven en el campo de batalla de Pensilvania, donde Harris hizo campaña ste domingo. “Están sucediendo muchas cosas, no sé si lo sabes, pero en este momento hay literalmente una isla flotante de basura en medio del océano. Creo que se llama Puerto Rico”, dijo Hinchcliffe.

La frase fue bien recibida por cierto sector de los partidarios de Trump que llenaron el Madison Square Garden. Recientemente, Trump ha empezado a llamar a Estados Unidos “un cubo de basura para el mundo” cuando critica a los inmigrantes indocumentados.

“A estos latinos también les encanta tener bebés. Sólo sé que lo hacen”, continuó Hinchcliffe. La campaña de Harris aprovechó los ataques a Puerto Rico, rápidamente recortó el video y lo publicó en los canales de las redes sociales. La vicepresidenta visitó el domingo un restaurante puertorriqueño en el norte de Filadelfia, donde discutió su visión para la isla junto con planes para reducir costos y crear oportunidades en las comunidades puertorriqueñas en el continente.

La situación obligó a que el senador republicano Rick Scott de Florida, cuya campaña de reelección depende del considerable apoyo de la comunidad puertorriqueña del estado, reaccionara y escribiera sobre el “chiste” de Hinchcliffe: “No es gracioso ni es cierto. ¡Los puertorriqueños son personas increíbles y estadounidenses increíbles!”. El comendiante trató de bajar el enojo de los propios republicanos y dijo que sus críticos “no tienen sentido del humor”. “Me encanta Puerto Rico y vacacionar allí. Me burlé de todos”, aseveró.