Un día después de un supuesto ataque químico en el que murieron al menos 48 personas y cientos quedaron heridos en la localidad siria de Duma, el conflicto en el país árabe escaló aún más al enfrentar a los aliados del régimen de Basher Assad con el Presidente norteamericano Donald Trump, con declaraciones cruzadas entre Washington y Moscú.

Tras la presunta acción química, sobre la cual Rusia sostiene que no hay evidencias, la base T4, situada en una zona desértica de la provincia central de Homs, fue bombardeada. Según el gobierno de Irán -aliado clave de Assad-, Israel estuvo detrás de este ataque, que dejó 14 muertos, entre ellos cuatro asesores militares iraníes.

También el Ejército de Líbano informó que cuatro aviones israelíes violaron el espacio aéreo del país a la hora en la que se produjo el bombardeo. De acuerdo con el comunicado libanés, los aviones entraron en el espacio aéreo de Líbano por el Mar Mediterráneo, al oeste de la ciudad de Yunieh, situada a unos 20 kilómetros al norte de Beirut y se dirigieron a la región de Baalbek, fronteriza con Siria. En la misma línea, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que el ataque fue realizado por dos aviones F-15 de la Fuerzas Aérea israelí hacia territorio libanés. Eso sí, sin entrar en el espacio aéreo sirio.

Este aeropuerto castrense es uno de los más importantes de Siria y en el pasado fue blanco de ataques del Estado Islámico (EI). El Ejército israelí no había comentado anoche el incidente, pero la cancillería condenó el presunto ataque químico y acusó al régimen de Damasco de haber cometido "un crimen contra la humanidad".

Según la BBC, Israel ha admitido atacar blancos en Siria docenas de veces desde 2012. El mayor ocurrió en febrero y también incluyó la base aérea T4. Esto, luego de una incursión de un dron iraní en el territorio israelí y el derribo de un F-16 por parte de las fuerzas sirias.

En una de sus declaraciones más duras respecto de Siria, Trump dijo que se tomará entre 24 y 48 horas para decidir una acción militar tras el supuesto ataque químico que calificó de "bárbaro". Además, advirtió que Rusia "pagará un precio" si tiene algún tipo de responsabilidad.

Más tarde, Trump prometió una respuesta "fuerte" y dijo que la decisión sobre una acción militar será tomada en las próximas horas. "Estamos discutiendo sobre qué es lo que haremos respecto al horrible ataque que tuvo lugar cerca de Damasco y será respondido con fuerza", afirmó el mandatario rodeado de su equipo de seguridad, agregando que la decisión será tomada "esta noche" o "muy poco después"

Por su parte, el secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, dijo desde el Pentágono que tampoco descarta una respuesta militar en Siria, y preguntó "por qué hay armas químicas" en ese país "cuando Rusia fue quien avaló la retirada de todas ellas". Más allá fue la Casa Blanca, que acusó a Rusia de mantener vivo el programa sirio de armas químicas.

Horas después, durante una sesión de emergencia en el Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador ruso Vassily Nebenzia, señaló que Estados Unidos, Reino Unido y Francia se han apresurado en culpar a Siria por el ataque. Previamente, el Presidente ruso, Vladimir Putin defendió a Assad y calificó de "inadmisibles" las declaraciones de que Damasco estaría detrás del supuesto ataque.

"El conflicto en Siria se ha vuelto más peligroso que nunca", explicaba a La Tercera en febrero pasado el destacado periodista paquistaní Ahmed Rashid. "Tenemos la inusual muerte de mercenarios rusos a manos de estadounidenses, lo que puede llevar a una reacción de Moscú en algún punto. También existe la situación de que los estadounidenses están respaldando a las fuerzas kurdas. Assad tiene control de más territorio que antes y está bombardeando los remanentes de los campos. Es una situación muy peligrosa".

En este sentido, el analista en defensa de la BBC, Jonathan Marcus, señaló que este ataque podría ser pare de uno de los crecientes esfuerzos de Israel para contener el desarrollo militar de Irán en Siria e interrumpir el avance de misiles iraníes hacia su aliado libanés, Hizbulá. "Cualquier operación israelí podría haber estado monitoreada atentamente por los radares de defensa aéreos de Rusia en Siria. También hay una línea de comunicación telefónica entre los israelíes y los cuarteles rusos en Siria", afirmó.