Tras su visita a Dayton (Ohio) el presidente Donald Trump llegó hasta El Paso (Texas) para continuar su recorrido por los lugares azotados por los fatales tiroteos ocurridos durante el fin de semana y que dejaron un saldo total de 31 víctimas fatales y una casi 50 heridos.

A cuatro días del ataque en un supermercado de la cadena Walmart que resultó con 22 fallecidos y 26 heridos -entre ellos ocho personas mexicanas- la localidad de El Paso continúa de luto por la tragedia y siguen manifestante su rechazo a la retórica del mandatario estadounidense y la falta de anuncios sobre el control de ventas de armas de fuego en el país.

Desde que se anunció la llegada de Trump, los habitantes habían dado a conocer su negativa para recibir al jefe de Estado y se habían realizado una serie actividades en rechazo a la visita del jefe de Estado.

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Antes de aterrizar en Texas, el mandatario pasó por Ohio donde fue recibido por la alcaldesa de Dayton, Nan Whaley, en el aeropuerto y luego visitó el hospital Miami Valley -donde permanecen unas 23 personas internadas- para conversar con algunos de los heridos y sus familias. Afuera del lugar también lo esperaba una veintena de personas opositoras a su visita.

https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1159198851829399552

De acuerdo a la cadena BBC, cerca de la alcaldía de Dayton se reunieron unas 50 personas para realizar una protesta en contra del mandatario y actual política de tenencia de armas.

Tras los ataques con armas de fuego, Trump dio un discurso donde hizo un llamado a condenar "en un sola voz el racismo, el fanatismo y el supremacismo blanco". 

También se refirió a la necesidad de mejorar el sistema para determinar cuando existen trastornos mentales y evitar que consigan un arma de fuego. "Las enfermedades mentales son quienes aprietan el gatillo, no las armas", agregó.