A falta de 18 días para las elecciones estadounidenses, la candidata demócrata, Kamala Harris, y su oponente, el expresidente Donald Trump, protagonizaron un nuevo cruce de críticas y acusaciones desde sus respectivos actos de campaña en el estado de Michigan, donde la vicepresidenta ha presentado al magnate republicano como “un peligro” para la democracia del país, y este le ha recriminado su “inferioridad” cognitiva.

Harris ha vuelto a plantear los comicios presidenciales del próximo 5 de noviembre como una elección, “la mas importante de nuestra vida”, entre el pasado encarnado por Trump y el futuro del que se ha presentado como abanderada.

La representante demócrata ha censurado la “estrategia vieja y desgastada” de su rival, criticando que es “un hombre poco serio” que “solo se centra en sí mismo” y que sus promesas están “vacías”.

La actual vicepresidenta ha ironizado además con el “agotamiento” del exmandatario, tras “haber escuchado informes de su equipo” que aseguraban que esta era “la excusa por la que no está haciendo entrevistas”.

“Ser presidente de Estados Unidos es probablemente uno de los trabajos más difíciles del mundo. Y entonces, realmente necesitamos preguntar: si está agotado de estar en campaña, ¿está en condiciones de hacer el trabajo? Y creo que esa es una pregunta abierta que él necesita responder”, declaró

En esta línea, Harris cuestionó la aptitud de Donald Trump para ascender a la Presidencia, argumentando que se trata de una persona “inestable y que, francamente, es un peligro para la democracia” de Estados Unidos.

“Síndrome de trastorno de Trump”

Por su parte, el candidato republicano a la Casa Blanca -que estrenó una nueva propuesta como la pena de muerte para inmigrantes que maten estadounidenses-, criticó a “la mentirosa” de su adversaria, diciendo que “tiene un caso masivo e irremediable del síndrome de trastorno de Trump, tan grave, de hecho, que apenas puede hablar de otro tema”.

El magnate, que ha calificado a Kamala Harris como “la peor vicepresidenta de la historia”, instó a “poner a prueba de inmediato” su “capacidad cognitiva inferior”, alegando que ha “mostrado claramente ser totalmente incompetente” para ejercer como presidenta del país.

“Ella tiene un problema cognitivo más grave que él (el presidente estadounidense, Joe Biden). Esperemos que pronto se haya ido”, añadió en una publicación en su red social, Truth Social, en la que días antes le había reprochado que “lleva casi cuatro años en el cargo y no ha podido nombrar una sola cosa que haría de manera diferente a Biden”.