En su paso por Escocia para jugar golf durante el fin de semana, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comentó por primera vez la acusación formal del fiscal especial, Robert Mueller, sobre 12 agentes rusos por interferencia en la campaña electoral de 2016, y culpó a su antecesor, Barack Obama, por "no hacer algo" sobre este tema.

Previo a su primer encuentro bilateral con Vladimir Putin, que se llevará a cabo el lunes en Helsinki, el mandatario estadounidense aprovechó publicar un tuit para apuntar contra Obama por el hackeo a las elecciones y acusarlo de no impedir que una decena de efectivos de inteligencia militar rusos, atentaran contra el correo del equipo de campaña de la entonces candidata Hillary Clinton y el Partido Demócrata.

"Estos individuos rusos hicieron su trabajo durante los años de Obama. ¿Por qué Obama no hizo algo al respecto? Porque pensaba que la torcida Hillary Clinton ganaría, por eso", escribió Trump en Twitter y para salir del paso agregó, "no tiene nada que ver con la administración de Trump, pero las noticias falsas no quieren reportar la verdad, como siempre".

Sin embargo, de acuerdo a una serie de artículos publicados por medios estadounidenses, Obama intentó formular una declaración bipartidista sobre la interferencia electoral llevada a cabo por Rusia en septiembre de 2016, es decir, dos meses antes de los comicios. Pero esos esfuerzos habrían sido diluidos por miembros de la mayoría republicana en el Senado.

Polémica gira por Europa

Miles de personas salieron a las calles de Edimburgo para manifestarse contra la visita de Trump a Reino Unido, mientras el líder estadounidense jugaba golf en un resort de Turnberry, en la costa oeste de Escocia.

Fueron cerca de 10.000 personas las que recorrieron las principales vías del centro de la ciudad, mientras en paralelos otros 50 manifestantes se congregaron en la playa de Turnberry para gritar y abuchear al Presidente de Estados Unidos en su llegada al campo de golf.

El descontento era tal, que una activista de Greenpeace aprovechó la instancia para sobrevolar en parapente la instalación en la que se aloja el líder republicano, con una pancarta en la que decía "Trump, muy por debajo del par".

Así la polémica estancia de Trump en Reino Unido terminará hoy, porque pese a la insistencia y al llamado de algunos líderes del Congreso de Estados Unidos para suspender la reunión de mañana con Putin, el mandatario ha decidido hacer oídos sordos y sin referirse directamente a las acciones de los espías ni a su homólogo ruso, mantiene firme su decisión del encuentro en el que se espera traten temas como la guerra en Siria y la situación en Ucrania.

Será la primera vez en que los líderes de ambas potencias se reúnan de manera formal, tras dos acercamientos previos durante 2017, primero en la Cumbre del G20 en Hamburgo y luego en la APEC en Vietnam.