El Presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció este lunes que declarará como “terroristas” a grupos criminales y carteles, entre los que se incluirían la banda venezolana Tren de Aragua y la salvadoreña MS-13, la Mara Salvatrucha, como parte de su estrategia más amplia para combatir el crimen organizado y reforzar la seguridad nacional de la potencia norteamericana.

El mandatario estadounidense dijo además que su administración restablecerá el control de las fronteras y eliminará a los pandilleros extranjeros ilegales que operan en suelo norteamericano. Además, precisó que las medidas de seguridad que impulsará serán las más “agresivas y radicales” para restaurar las fronteras que el mundo haya visto jamás.

“Entre los decretos que firmaré hoy, vamos a designar a los carteles -llamó así a las bandas criminales- como organizaciones terroristas extranjeras”, indicó Trump durante su discurso inaugural en el Capitolio poco después de jurar para el cargo.

Trump detalló que su administración invocará una ley de 1798 sobre la presencia de “enemigos extranjeros” en suelo estadounidense para ordenar el uso del “inmenso poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las pandillas y redes criminales extranjeras que cometan crímenes devastadores en nuestro territorio”.

Según una fuente del nuevo gobierno citada por France Presse, el magnate republicano, incluyó al Tren de Aragua en esta decisión, banda que considera como una “fuerza armada irregular del gobierno de Venezuela conduciendo una incursión e invasión depredadora en Estados Unidos”.

A lo largo de su campaña, en la que recurrió a una retórica incendiaria antinmigrante, Trump prometió expulsar a la “salvaje” banda venezolana Tren de Aragua y a la mara salvadoreña MS-13, a los inmigrantes indocumentados y establecer “pena de muerte” para aquellos que cometan asesinatos de estadounidenses.

“Estados Unidos es ahora un país ocupado, pero pronto dejará de serlo”, repitió en sus discurso y que reiteró al asumir este lunes.

El Tren de Aragua opera en varios países sudamericanos, entre ellos Chile, y está vinculada a extorsiones, homicidios y tráfico de drogas. Según el gobierno de Texas, que la declaró recientemente como una organización terrorista, también participa del tráfico de migrantes.