"Los muros funcionan", dijo el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante el acto que encabezó esta noche en la ciudad de El Paso (Texas), en un nuevo viaje a la frontera tras su periplo a McAllen en enero, en el marco de su campaña a favor de una valla en el límite con México, a días de que expire el plazo que ha dado para negociar los presupuestos, en los que demanda el financiamiento para su polémico proyecto.

El evento, que tenía como telón de fondo el cartel con la leyenda "finalice el muro", se realizó en un coliseo ubicado a poco más de un kilómetro del colegio en que el excongresista Beto O'Rourke participó en la Marcha por la Verdad. Se trata de una de las estrellas en ascenso del Partido Demócrata y un posible candidato para la elección de 2020.

"El Presidente viene a El Paso. El prometerá un muro y repetirá sus mentiras sobre el peligro que crean los inmigrantes", señaló antes del acto O'Rourke.

En su discurso del Estado de la Unión ofrecido la semana pasada, Trump citó de manera errónea la ciudad El Paso como un lugar donde la construcción de un muro ha servido como disuasivo para el crimen. "La ciudad de El Paso, solía tener tasas de violencia extremadamente alta, unas de las mayores en todo el país, y era considerada como una de las ciudades más peligrosas de nuestro país. Ahora, inmediatamente después de su construcción, con una poderosa valla en el lugar, El Paso es una de las ciudades más seguras de nuestro país", dijo el Presidente ante el Congreso.

The New York Times explica que antes de que las barreras estuvieran finalizadas en El Paso, en 2008, la ciudad tenía la segunda menor tasa de violencia entre más de 20 ciudades estadounidenses de similar tamaño. En 2010, después de la construcción de la valla, retuvo su ranking.

"Tenemos, digamos, 35 mil personas esta noche, y (O'Rourke) tiene 200, 300 personas, no muy bueno", dijo Trump en El Paso.

Principio de acuerdo

El acto fue realizado a cuatro días de que venza el plazo para evitar otra paralización de la administración federal. Precisamente esta noche, los congresistas anunciaron un principio de acuerdo para evitar otro cierre parcial de la administración.

El pacto que está surgiendo fue anunciado por un grupo de legisladores, entre ellos el senador republicano Richard Shelby y la representante demócrata Nita Lowey, luego de una reunión mantenida a puertas cerradas en dependencias del Capitolio.

Las conversaciones se habían venido abajo el fin de semana ante la exigencia demócrata de que el gobierno limite la cantidad de migrantes que puedan detener, pero, aparentemente, los legisladores superaron ese impasse el lunes a última hora.

Ahora requerirán el apoyo de Trump, y es necesario que él promulgue la ley antes de que venza el plazo el viernes a medianoche.

El domingo, Trump responsabilizó a los demócratas de del fracaso de las negociones: "¡Los demócratas no quieren que detengamos ni que deportemos a los inmigrantes criminales! ¡Esta es una exigencia nueva! ¡Una locura!".