El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este miércoles que le hubiera encantado asistir al histórico juicio en el Senado estadounidense que podría terminar con su destitución pero que sus abogados se lo desaconsejaron.
"Me hubiera encantado ir. De alguna manera me hubiera encantado sentarme en primera fila y mirar sus caras corruptas", dijo Trump a la prensa al final de su viaje al foro de Davos (Suiza). Aunque "creo que (los abogados) hubieran tenido un problema" con esto, agregó en una conferencia de prensa.
El Senado fijó el martes las reglas del juicio contra Trump, acusado de abuso de poder y obstrucción al Congreso. Los republicanos han hecho valer su mayoría para tumbar las propuestas demócratas y plantear un proceso rápido y sin testigos que podría quedar resuelto en apenas una semana, de acuerdo con el calendario estimado.
"Habría preferido la forma larga", ha dicho Trump, partidario de que se pudiese entrevistar a "muchas personas", incluido a su exasesor de Seguridad Nacional John Bolton. "El problema con John es que hay un problema de seguridad nacional", ha afirmado, justificando así el veto impuesto por la Administración a cualquier movimiento en este sentido.
El presidente agregó además que su antiguo aliado conoce su estrategia política y la impresión que tiene de otros países y gobiernos. "¿Qué pasaría si revela lo que pienso sobre un determinado líder y no es muy positivo?", planteó al recordar Bolton "no se fue de buenas maneras" de la Casa Blanca en septiembre.