Sin lugar a dudas ha sido una de sus giras más polémicas en el último tiempo. Porque el paso del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por Europa no ha dejado indiferente a nadie.

En una entrevista a la cadena de televisión CBS, previo a su llegada a Helsinki donde hoy sostendrá la primera cumbre bilateral con su homólogo, Vladimir Putin, el Mandatario estadounidense lanzó todos sus dardos contra la Unión Europea y la tildó como "enemigo" comercial de su país.

"Tenemos muchos enemigos. Creo que la Unión Europea es un enemigo, por lo que nos hace en el comercio. No lo pensarías de la UE, pero es un rival", indicó Trump, acumulando una seguidilla de controvertidas declaraciones, que le han costado importantes críticas de parte de sus socios.

Y como si fuera poco, minutos más tarde el líder republicano también citó a China y Rusia, pero de forma más matizada. "Rusia es un enemigo en ciertos aspectos. China lo es económicamente, pero eso no significa que sean malos, significa que son competitivos", agregó Trump.

Así, tal como ocurrió con sus dichos durante la cumbre de la OTAN en Bruselas, en los que criticó a las naciones miembros por sus bajos gastos en materia de defensa, las reacciones de los líderes del mundo no se hicieron esperar.

A través de Twitter, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, desestimó los comentarios de Trump e insistió en las buenas relaciones entre ambas partes. "EE.UU. y la UE son los mejores amigos. Quien diga que somos enemigos está difundiendo noticias falsas".

La antidiplomacia

A pesar de las intervenciones de Trump durante los últimos días en Europa, sus particulares dichos vienen acaparando miradas desde hace un tiempo.

El pasado mes de junio, en la cumbre del G7 en Quebec que terminó con fuertes discrepancias y sin la firma de EE.UU. de un documento consensuado por el resto de los países, el Mandatario se mostró desafiante frente a sus pares y más tarde, en una lluvia de tuits, aseguró que "el comercio justo ahora se llama comercio tonto".

Así, en su llegada a Reino Unido la semana pasada, Trump no perdió el tiempo en apuntar contra la misma Theresa May, desestimando su plan para el Brexit y afirmando que la Primera Ministra había ignorado sus consejos para concretar la separación con la Unión Europea.

Este domingo, la misma May reveló que la sugerencia del Presidente de Estados Unidos había sido "demandar a la Unión Europea, y no continuar negociando".

Con todo, Trump llega a su cita con Putin en medio de un clima de alta tensión. No solo por la serie de protestas que se han llevado a cabo en diferentes ciudades de Europa en contra de su visita.

Helsinki, la capital finlandesa, no fue la excepción y tras el aterrizaje del Mandatario casi 2 mil personas salieron a las calles en condena a las políticas migratorias estadounidenses y su voluntad de construir un muro con México, entre otras cosas.

La peculiar retórica de Trump no ha estado exenta de la cumbre bilateral con Rusia, ya que mientras el viernes aseguraba que sería una reunión de la que podrían salir "cosas sorprendentes", en sus nuevas declaraciones comentó que va con "pocas expectativas".

Aun así, el líder republicano ha optado por destinar buenos comentarios a su homólogo ruso. Lo anterior, pese a la reciente imputación de 12 agentes de ese país por interferir en la campaña presidencial de 2016 en Estados Unidos.

Sin referirse a Putin, el fin de semana Trump culpó a su antecesor, Barack Obama, de no "hace algo" contra la problemática con Rusia durante su gestión en la Casa Blanca. Es más, cuando inició su gira desde Washington el Mandatario dijo que reunirse con el Presidente de Rusia podría ser la parte "más fácil de su viaje".

Días después, en Bruselas, Trump realizó un guiño a las buenas relaciones con Putin. "Ha sido muy amable conmigo las veces que lo he conocido (...) él no es mi enemigo. Y con suerte, algún día, tal vez él sea un amigo. Podría ocurrir".

Ahora solo queda esperar el resultado de uno de los momentos más esperados de la gira de Trump por Europa, en el que finalmente ambas potencias -Estados Unidos y Rusia- se verán las caras, para tratar un extenso temario que, entre otras cosas, podría abordar la guerra en Siria, la situación en Ucrania y, por supuesto, la trama rusa.