Cuando la guerra entre Ucrania y Rusia se acerca a los tres años y un posible acuerdo de paz emergía desde Kiev, las esperanzas se derrumbaron rápidamente al inicio de la jornada de este miércoles tras la negativa de Moscú de negociar. Y es que la propuesta de Volodymyr Zelensky de intercambiar territorios previamente capturados por cada país en el transcurso del conflicto como modo de cierre, fue rotundamente rechazada por el Kremlin.

Sin embargo, posterior a ello, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que había hablado con sus pares de Rusia y Ucrania. A través de redes sociales, el republicano aseguró que había dialogado con Vladimir Putin y que acordaron iniciar las negociaciones para un alto el fuego en territorio europeo. Conversación que luego fue transmitida por el inquilino de la Casa Blanca a su par de Kiev, con quien se comunicó luego de la llamada al líder del Kremlin.

Tras una “larga y muy productiva llamada telefónica”, escribió en Truth Social, el mandatario ruso habría accedido a “que nuestros respectivos equipos comiencen las negociaciones inmediatamente”, además de adelantar una futura visita de Estado mutua a ambos países.

La propuesta ucraniana

Fue el martes cuando el mandatario ucraniano detalló su plan durante una entrevista a principios de la semana, la que ocurrió a días de que Zelensky se reúna con el vicepresidente estadounidense JD Vance el viernes, durante en la Conferencia de Seguridad de Múnich. Según The Moscow Times, la propuesta de Zelensky se daba “mientras Ucrania se enfrenta a retos cada vez mayores en el campo de batalla”, y cuando “las fuerzas de Kiev han ido perdiendo terreno frente a tropas rusas mejor equipadas en puntos clave del frente”.

No pasaron muchas horas para que el gobierno de Vladimir Putin le diera un portazo a la iniciativa ucraniana de paz.

Un día después de que surgiera la propuesta, desde el Kremlin señalaron que el intercambio de territorio ocupado no se consideraría en ningún acuerdo futuro con el país que Rusia invadió formalmente el 24 de febrero de 2022.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, y el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, asisten a una conferencia de prensa tras su reunión, en Kiev, Ucrania, el 12 de febrero de 2025. Foto: Reuters

“Esto es imposible”, dijo tajante a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. “Rusia nunca ha discutido ni discutirá el tema del intercambio de su territorio”, añadió durante su conferencia de prensa diaria. Al contrario de lo planteado por Zelensky, Peskov prometió que todas las fuerzas ucranianas que mantienen posiciones dentro de espacio ruso serán eventualmente “destruidas” o expulsadas.

En concreto, la idea de Kiev es que ambos países se devuelvan las regiones que tienen bajo control militar que, antes de febrero de 2022, eran del otro bando. Es decir que, en el caso de Ucrania, estos entreguen las partes de la región de Kursk, en el suroeste de Rusia, que están en sus manos. El avance que les permitió tomar control de la zona se dio en agosto pasado, cuando las fuerzas ucranianas lanzaron una importante contraofensiva que superó las barreras nacionales e ingresó a Kursk.

Desde entonces, se especulaba que la toma de esas tierras podía eventualmente ser ofrecida como moneda de cambio en una eventual negociación. De momento, parece que no ocurrirá así. Son cerca de 1.300 kilómetros cuadrados los que Ucrania logró apoderarse mediante una incursión sorpresa que “supuso una gran vergüenza para Putin”, aseguró The Guardian. Se estima que Rusia ha recuperado cerca de la mitad de ese territorio.

En el presente, las batallas en Kursk suponen la zona de batalla más feroz, donde gran parte de los combates se desarrollan en la ciudad de Sudzha, la que está bajo control ucraniano. Además, unos 2.000 civiles rusos viven en territorio ocupado por ucranianos.

A cambio, Rusia debería retornarles el territorio ocupado por Moscú en el este y el sur de Ucrania. Allí se incluyen lugares tomados al inicio de la guerra o, al menos, en períodos muy tempranos, como el Donbás, Mariupol o Lugansk.

Durante una entrevista con The Guardian, Zelensky señaló que buscaba que cambiaran “un territorio por otro”, pero admitió que no sabía qué parte del territorio ocupado por Rusia pediría Ucrania que le devolvieran. “No lo sé, ya veremos. Pero todos nuestros territorios son importantes, no hay prioridad”, dijo al periódico británico.

Pocas esperanzas entregó al lado ucraniano que el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, dijera el miércoles que era “poco realista” aspirar a un retorno a las fronteras de Ucrania en el período previo a 2014, cuando Rusia se hizo con Crimea.

Un hombre camina cerca del lugar de un ataque con misiles rusos, en Kiev, Ucrania, el 12 de febrero de 2025. Foto: Reuters

“Queremos, como ustedes, una Ucrania soberana y próspera”, dijo Hegseth durante un viaje a la sede de la OTAN en Bruselas. “Pero debemos empezar por reconocer que volver a las fronteras de Ucrania anteriores a 2014 es un objetivo poco realista”. Era el primer indicio de que Estados Unidos va por una cesión de territorios, algo a lo que el país liderado por Zelensky se ha negado tajantemente.

¿Intervención estadounidense?

Todavía no se terminaba de enfriar el rechazo ruso a la propuesta ucraniana, cuando un nuevo integrante se unió a la conversación: nada menos que Donald J. Trump, presidente de Estados Unidos.

Su llegada a la Casa Blanca no solo generó olas al interior del país, sino que muchos creían que podía remecer el panorama global. Y Ucrania era uno de los lugares al que muchos estaban mirando.

Las dudas sobre cómo se involucraría directamente EE.UU. en el conflicto fueron ligeramente despejadas durante la tarde de este miércoles, cuando Trump anunció que había conversado no solo con Putin, sino que también con Zelensky. Todo con el objetivo de iniciar un diálogo de paz y potencial el alto el fuego.

“Ambos reflexionamos sobre la gran historia de nuestras naciones y sobre el hecho de que lucháramos juntos con tanto éxito en la Segunda Guerra Mundial, recordando que Rusia perdió a decenas de millones de personas, y que nosotros también perdimos a muchas”, inició en una publicación en su red social, Truth Social. También planteó que algún día obtendrán “grandes beneficios” trabajando “juntos”.

“Pero primero”, siguió, “como ambos acordamos, queremos detener los millones de muertes que se están produciendo en la Guerra con Rusia/Ucrania”, añadió, aunque el estimado de bajas es de varios cientos de miles, no millones. “El presidente Putin incluso utilizó mi lema de campaña muy fuerte de, ‘SENTIDO COMÚN’. Ambos creemos firmemente en él. Acordamos trabajar juntos, muy estrechamente, incluyendo visitar las Naciones del otro”.

Según el portavoz ruso, la llamada duró casi una hora y media, consignó la prensa internacional. Peskov también añadió que “Putin se mostró de acuerdo en que podría alcanzarse un acuerdo a largo plazo mediante conversaciones de paz. También apoyó una de las tesis importantes del Jefe de Estado norteamericano: que ha llegado el momento de que nuestros países trabajen juntos”.

Reunidos durante la jornada en el Quay d’Orsay, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, los cancilleres de España, Italia, Polonia, Alemania y Francia, además del representante de Ucrania y de Reino Unido, coincidieron en su postura: “No habrá paz justa ni duradera sin la participación de Europa y sin el acuerdo de Ucrania”. Según el diario El País, los grandes países de la UE exigen tener voz en las negociaciones de paz entre Moscú y Kiev, al tiempo que advierten que ceder a las exigencias territoriales de Putin sentaría un “precedente peligroso”.

José Manuel Albares, ministro español de Asuntos Exteriores, recalcó que “nada debe ser decidido en Ucrania sin Ucrania” puesto que se trata de “un país soberano con un gobierno democráticamente electo”. “Y al mismo tiempo, nada que afecte a la seguridad europea y afecte directamente a la seguridad europea debe ser decidido sin Europa y sin la voz europea”, añadió. De todos modos, el propio Trump aclaró que llamaría de inmediato a Zelensky “para informarle de la conversación”.

A cargo de las tratativas quedará el secretario de Estado, Marco Rubio; el director de la CIA, John Ratcliffe; el consejero de Seguridad Nacional, Michael Waltz; y el embajador y enviado especial, Steve Witkoff, detalló Trump.

Luego vino la conversación del presidente estadounidense con Volodymyr Zelensky, la que fue descrita por ambos como una “oportunidad” para lograr la paz.

En X, el mandatario ucraniano señaló que hablaron “largo y tendido sobre las oportunidades para lograr la paz, discutimos nuestra disposición a trabajar juntos a nivel de equipo, y las capacidades tecnológicas de Ucrania, incluyendo drones y otras industrias avanzadas”, para luego agradecer “al presidente Trump su interés en lo que podemos lograr juntos”.

Tras aseverar que su par norteamericano le compartió detalles del diálogo que minutos antes había tenido con Putin, cerró: “Nadie quiere la paz más que Ucrania. Junto con Estados Unidos, estamos trazando nuestros próximos pasos para detener la agresión rusa y garantizar una paz duradera y confiable. Como dijo el presidente Trump, hagámoslo. Acordamos mantener nuevos contactos y planificar próximas reuniones”.

Momentos después, apareció publicada la declaración del magnate republicano que hoy gobierna a Estados Unidos. “Acabo de hablar con el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. La conversación ha ido muy bien. Él, al igual que el presidente Putin, quiere hacer la PAZ”, escribió.

“Es hora de poner fin a esta ridícula guerra, en la que se ha producido una MUERTE y DESTRUCCIÓN masivas y totalmente innecesarias. ¡Dios bendiga a los pueblos de Rusia y Ucrania!”, complementó.

Y si antes de la intervención directa de Trump en las negociaciones, la reunión programada para este viernes entre Volodymyr Zelensky y el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, ya generaba expectativas, ahora se acrecentaron exponencialmente.

El marco del encuentro será la Conferencia de Seguridad de Múnich, pero la cita ocurrirá al margen del evento. The Moscow Times adelantaba que la agenda probablemente iba a terminar copada por la guerra que se acerca a los tres años de duración, y Trump se encargó de confirmarlo en su conversación con Zelensky.

“Hemos hablado de diversos temas relacionados con la guerra, pero sobre todo de la reunión que se celebrará el viernes en Múnich, en la que el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado, Marco Rubio, encabezarán la delegación. Tengo la esperanza de que los resultados de esa reunión sean positivos”, adelantó al respecto el propio mandatario tras hablar con Zelensky.

Trump dijo el miércoles por la tarde que probablemente se reuniría con Putin en Arabia Saudita e indicó que Zelensky no participaría en esas conversaciones iniciales. En un evento en la Casa Blanca, Trump también afirmó que estaba de acuerdo con Hegseth en que la membresía de Ucrania en la OTAN no es “práctica”. El presidente enfatizó que Washington seguiría enviando ayuda a Kiev, pero agregó que debe ser “segura”.