En un extrarodinario testimonio, Cassidy Hutchinson -asistente principal del jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows-, indicó el martes ante el comité de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio que se le advirtió al expresidente Donald Trump que las personas que asistieron a su manifestación el 6 de enero de 2021 estaban fuertemente armadas y aun así les ordenaron que marcharan hacia las dependencias del Congreso.

La exasesora de la Casa Blanca, de 25 años, también afirmó que le dijeron que Trump insistió en ir al Capitolio con sus partidarios, incluso cuando los funcionarios, al final con éxito, intentaron detenerlo.

“Cuando estábamos en la carpa de anuncios fuera del escenario, yo era parte de una conversación. Estaba cerca de una conversación en la que escuché al Presidente decir algo como: ‘No me importa que tengan armas. No están aquí para lastimarme’”, sostuvo en su declaración, según recogió la cadena NBC News.

Por ello, Trump instó en esos momentos al Servicio Secreto a retirar los magnetómetros de seguridad. Hutchinson también relató otros momentos en los que el expresidente, en este ambiente de violencia y caos, arrojó un plato de comida a la pared después de que el Departamento de Justicia rechazara las acusaciones de fraude electoral generalizado, según indicó el portal Politico.

La asesora principal de la Casa Blanca para Mark Meadows, Cassidy Hutchinson, y la secretaria de prensa, Kayleigh McEnany, observan cómo el Presidente de los Estados Unidos, Trump, habla con los periodistas a bordo del Air Force One luego de un evento de campaña en el Aeropuerto Central de Wisconsin, en Mosinee, Wisconsin, EE. UU., el 17 de septiembre de 2020. Foto: Reuters

Hutchinson contó un dramático altercado en la limusina del presidente, conocida como “la bestia”, después de que su destacamento del Servicio Secreto se negara a llevarlo al Capitolio por motivos de seguridad. Ella dijo que Tony Ornato, subjefe de gabinete de la Casa Blanca, le contó que Trump trató de agarrar el volante del vehículo y se abalanzó sobre Robert Engel, jefe de su destacamento, después de que Engel le dijo que no lo llevaría al Capitolio.

“Soy el maldito presidente, llévame al Capitolio ahora”, dijo Trump. Engel respondió: “Señor, tenemos que volver al ala oeste”.

Trump negó la versión de la exasesora en una publicación en las redes sociales y dijo que nunca intentó agarrar el volante. “Su historia falsa de que intenté agarrar el volante de la limusina de la Casa Blanca para dirigirla al Capitolio es enfermiza y fraudulenta”, escribió en su cuenta de Truth Social.

También rechazó el testimonio de Hutchinson de que arrojó comida y platos en la Casa Blanca en varias ocasiones.

El testimonio de Hutchinson ante el comité selecto de la Cámara que investiga los disturbios del 6 de enero y sus causas entregó una imagen de una Casa Blanca consciente del peligro potencial el 6 de enero, cuando ambas cámaras del Congreso se reunieron para certificar la victoria electoral del Presidente Joe Biden.

La asistente de la Administración Trump también describió una reunión con Meadows y Ornato en la que se advirtió sobre la potencial violencia durante aquellos días. En concreto, se hizo hincapié en los “cuchillos, armas en forma de pistolas y rifles, aerosoles para osos, chalecos antibalas, lanzas y astas de bandera”, aunque Meadows parecía distraído mientras Ornato enumeraba dichas preocupaciones.

Sin embargo, días después, el 2 de enero, Meadows aseguró, tal y como ha narrado la asistente ante el comité de la Cámara de Representantes en esta sexta audiencia, que “las cosas podrían ponerse muy, muy mal”, indicó la cadena CNN.