El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfermo de Covid-19, sostuvo hoy martes que está impaciente por debatir nuevamente la próxima semana con Joe Biden, su rival demócrata en las elecciones del 3 de noviembre.
“¡ME SIENTO BIEN!”, tuiteó el mandatario republicano.
“Estoy deseando que llegue el debate de la noche del jueves 15 de octubre en Miami. ¡Será genial!”, agregó, en alusión al segundo duelo programado con el exvicepresidente de Barack Obama.
La Comisión de Debates Presidenciales, una organización sin fines de lucro que patrocina estos enfrentamientos desde 1988, tiene previsto el segundo encuentro cara a cara entre Trump y Biden el 15 de octubre en el Centro de Artes Escénicas Adrienne Arsht en Miami.
Según los planes anunciados, será moderado por Steve Scully, editor de política de la cadena C-SPAN. Y, a diferencia del primer debate en Cleveland, Ohio, el 29 de septiembre, este se realizará en estilo asamblea, con preguntas del público.
Trump, de 74 años, fue dado de alta el lunes del centro médico militar Walter Reed, en las afueras de Washington, donde había sido internado el viernes para ser tratado por Covid-19, horas después de anunciar que había dado positivo en la prueba diagnóstica.
El mandatario va rezagado en las encuestas frente a Biden, de 77 años, quien según los últimos sondeos amplió su ventaja.
Una encuesta de CNN/SSRS revelada el martes muestra a Biden 16 puntos por encima de Trump (57% a 41%). En otro sondeo entre votantes registrados, de NBC News-Wall Street Journal publicado el domingo, Biden superaba a Trump por 14 puntos (53% a 39%).
El promedio de las encuestas nacionales compilado por la plataforma RealClearPolitics tenía el martes a Biden con una ventaja de 9,2 puntos sobre Trump.
Un tercer y último debate entre ambos está programado para el 22 de octubre en Nashville.
El miércoles, la compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris, y el vicepresidente Mike Pence se encontrarán en Utah para su único debate previsto.
Pence dio negativo al coronavirus, pero dada la enfermedad de Trump y un brote generalizado en la Casa Blanca, los contrincantes estarán separados por una barrera de plexiglás.