Desde lugares tan lejanos como Florida y portando banderas que decían “Trump 2020″ o “Trump 2024″, miles de personas se reunieron el sábado en el primer mitin político del expresidente Donald Trump que se realizó en Arizona, un estado tradicionalmente conservador que en 2020 votó por Joe Biden y que puede resultar clave para el Partido Conservador en los comicios de medio mandato en noviembre. Al igual que en otras ocasiones el mandatario siguió enfocado en la carrera presidencial que perdió y los políticos que apoyaron o frustraron sus esfuerzos por anular la elección.
Hablando en un podio adornado con el eslogan “Salvemos a Estados Unidos”, Trump abrió su discurso diciendo que había “pruebas” de que las elecciones de 2020 fueron “manipuladas”. Mientras prometía que los republicanos ganarían el liderazgo de la Cámara de Representantes y el Senado en 2022, y arrasarían en las carreras de gobernadores en todo el país.
“Las noticias falsas y los medios poco convincentes… se negaron a hablar de eso”, dijo Trump sobre sus afirmaciones electorales falsas. “Dicen, ‘bueno, no tiene fundamento y es la gran mentira’. La gran mentira. La gran mentira es mucha porquería. Eso es lo que es”.
“Si se llevaran a cabo elecciones hoy, los derrotaríamos de manera aplastante en todos los sentidos, tal como lo hicimos el 3 de noviembre. Los derrotamos. Si tuviéramos una prensa honesta, las elecciones habrían sido muy diferentes”, dijo Trump. Esto, pese a que en las elecciones de 2020 perdió por más de 7 millones de votos.
El destino del primer mitin de Trump en Florence, Arizona, no fue accidental, indicó el portal Politico. El estado alberga la zona cero del impulso del movimiento “Stop the Steal” (Detengan el robo) para encontrar pruebas de que las elecciones de 2020 le fueron robadas al expresidente. Los legisladores republicanos estatales de todo el país viajaron a Phoenix para obtener más información sobre la auditoría partidista de la carrera presidencial realizada por el Senado republicano del estado de Arizona, que finalmente terminó afirmando la derrota de Trump.
Trump perdió Arizona por unos 10.500 votos, pero su afirmación de decenas de miles de votos fraudulentos no tiene fundamento. Los aliados del expresidente exigieron una auditoría en el condado más grande del estado, insistiendo en que el resultado oficial se había visto comprometido por fraude. Pero cuando se publicaron los resultados de la revisión, en un informe encargado y producido por los partidarios de Trump, terminó mostrando que en realidad recibió 261 votos menos de lo que se pensaba en un principio.
Aún así, el mito sigue vivo. Y quienes cuestionan los argumentos de Trump se convierten en blanco del expresidente y sus aliados. Por ejemplo, han atacado a dos prominentes republicanos de Arizona: el gobernador Doug Ducey y el fiscal general Mark Brnovich por su papel en la certificación formal de los resultados electorales de Arizona.
En el acto, los representantes de la Cámara Debbie Lesko, Andy Biggs y Paul Gosar animaron a la multitud a favor de Trump, atacando al Presidente Joe Biden y alimentando las falsedades electorales. La multitud vitoreó cuando un senador estatal republicano pidió que se anularan los resultados de las elecciones del estado.
Trump pasó al menos 10 minutos de su discurso abordando los mandatos de vacunas y Covid. En un momento, dijo que Biden convirtió al principal asesor médico, Anthony Fauci, en un “rey”, a lo que la multitud siguió con un cántico de “enciérrenlo”. El expresidente no mencionó ni una sola vez las vacunas desarrolladas bajo su administración, aunque criticó a los políticos “sin agallas” la semana pasada por no decir si habían recibido o no un refuerzo de Covid (Trump recibió tres dosis de vacunas).
“El mitin de Trump fue una actuación familiar, ya que el expresidente atacó todo, desde la crisis en la frontera sur hasta los medios de comunicación. Pasó de la inflación a los problemas de la cadena de suministro y a las altas tasas de criminalidad, y se tomó unos minutos para criticar el manejo de Biden de adversarios como Vladimir Putin y Kim Jong Un. Luego criticó la retirada del gobierno de Biden de Afganistán y atacó al exgobernador de Nueva York, Andrew Cuomo”, sostuvo Politico.
Según The New York Times, a pesar de lo popular que sigue siendo el expresidente entre el núcleo de la base del Partido Republicano, su participación en actos desde Arizona hasta Pennsylvania, y su incapacidad para dejar pasar su derrota ante Biden, tiene preocupados a los republicanos veteranos en Washington y en otros lugares del país. “Les preocupa que Trump esté poniendo en peligro sus posibilidades en lo que debería ser un clima político muy ventajoso, con los demócratas profundamente divididos sobre su agenda política y los estadounidenses teniendo una visión generalmente pesimista del liderazgo de Biden un año después de su presidencia”, indicó el diario.
“Esas preocupaciones son particularmente severas en Arizona, donde los candidatos de extrema derecha respaldados por Trump podrían resultar demasiado extremistas en un estado que se inclinó por los demócratas en las últimas elecciones, ya que los votantes acudieron en gran número para oponerse a Trump. El mito del fraude electoral generalizado está animando las campañas de Arizona en varias carreras, alarmando a los republicanos que argumentan que complacer las tergiversaciones y falsedades del expresidente sobre 2020 está poniendo en peligro la competitividad a largo plazo del partido”, indicó la publicación.
Trump, quien ya ha anunciado que su segundo mitin se celebrará el 29 de enero en Texas, está usando estos eventos para respaldar públicamente a sus candidatos rumbo a las elecciones de medio mandato, indicó el diario El País. Este es el caso de la candidata a gobernadora de Arizona Kari Lake, una veterana presentadora con 22 años de trayectoria en la pantalla de la cadena conservadora Fox News.