"De todos los países del mundo, yo seré el invitado de honor en el mayor evento que Japón ha tenido en más de 200 años", señaló animado el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hoy antes de abordar el avión presidencial Air Force One con destino a Japón para una visita de cuatro días en que se convertirá en la primera autoridad internacional en conocer al nuevo emperador, Naruhito, que asumió el trono del Crisantemo el pasado 1 de mayo, en lo que los analistas catalogan como la consolidación de relaciones entre Washington y Tokio.

En medio de rumores de impeachment por parte de los demócratas en EE.UU., una guerra comercial en escalada con China y tensiones con Irán, Trump aterrizó hoy en Japón acompañado de la primera dama, Melania Trump, para una serie de eventos con los que los nipones intentarán "agasajar" al mandatario estadounidense.

Después de un viaje de 14 horas, el Presidente Trump se reunió inmediatamente con empresarios japoneses para promover la inversión entre ambos países. Sin embargo, será este domingo cuando inicien los grandes festejos.

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, mantiene una estrecha relación con Trump. Según CNN, ambos líderes se han reunido y hablado por teléfono más de 40 veces y Abe ha visitado dos veces el club privado Mar-a-Lago de Trump en Florida. Por lo que no es extraño que sea el mismo Shinzo Abe el que asuma las tareas de "anfitrión" en Tokio para lograr el principal objetivo de la visita: la eventual firma de un acuerdo bilateral.

Golf y el emperador

Durante la jornada de este domingo Trump y Abe jugarán golf, una afición en común, para luego asistir al torneo de sumo en el que se espera que el Jefe de Estado estadounidense entregue la "Copa Presidente", trofeo construido en EE.UU., al vencedor de la competencia. Más tarde, los líderes cenarán acompañados de sus esposas.

La segunda visita del Presidente Trump a Japón desde que asumió la Casa Blanca en 2017 estará inmersa en la cultura ceremonial japonesa que intentará "impresionar" al líder estadounidense, que este lunes tendrá una audiencia con el emperador Naruhito, que asumió tras la abdicación de su padre, Akihito, y la emperatriz Masako, para después asistir a un banquete en el Palacio Imperial.

Este acto es catalogado como un símbolo de la fuerte relación que han construido ambos países, antes enemigos, durante los últimos años.

En tanto, para este lunes está programada una reunión bilateral, que estaría centrada en el comercio y la desnuclearización de Corea del Norte. Hoy, Trump señaló en Twitter que Pyongyang "disparó algunas armas pequeñas, que perturbaron a alguna de mi gente, y otros, pero no a mí. Confío en que el Presidente Kim cumplirá su promesa".

Según la agencia France Presse, en la agenda del estadounidense estaría una reunión con familiares de secuestrados por Corea del Norte durante la Guerra Fría.