"¿Se han dado cuenta finalmente los demócratas de que necesitamos desesperadamente seguridad en la frontera y un muro en la frontera sur? Necesitamos evitar que las drogas, el tráfico de personas, miembros de pandillas y que los delincuentes entren a nuestro país", escribió Donald Trump en su Twitter horas después de su regreso de Irak y con el fin de reavivar el llamado para lograr el financiamiento del muro fronterizo en el sexto día del cierre parcial del gobierno.
Más de 3.000 kilómetros de frontera separan a EE.UU. de México. De éstos, en más de 1.000 kilómetros ya existe un cercado, que representa un tercio del muro que pretende completar el mandatario republicano. El fin del cierre parcial del gobierno -que tiene a nueve departamentos federales y a varias agencias gubernamentales en pausa- depende sólo del muro.
La Casa Blanca y los demócratas mantienen abierta la discusión sobre el presupuesto de US$ 5 mil millones que solicitó Trump para la construcción del muro. Según el diario The New York Times, el cierre se extendería durante el fin de semana y probablemente hasta 2019, ya que los demócratas de la Cámara de Representantes aprobarían recién una legislación para reabrir el gobierno cuando asuman el control el 3 de enero. Trump ha insistido que hará "lo que sea necesario" para asegurar el presupuesto del muro, una de sus promesas de campaña. Antes de toda esta discusión, el Presidente aprobó un contrato para la construcción de un muro de 185 kilómetros en Texas.
Los muros y vallas ya existentes comenzaron a construirse en 2006, la mayoría en territorios federales en que no había barreras naturales, como ríos, montañas y desiertos que impidieran el paso.
La zona al este de El Paso, Texas, tiene un escaso porcentaje de construcción debido a que corresponde mayormente a terrenos privados. El presupuesto solicitado por Trump al Congreso sería sólo el puntapié inicial de la construcción, ya que según el Times, la idea del mandatario podría llegar a costar US$ 25 mil millones. Hasta ahora hay ocho prototipos que varían desde los cinco a los 10 metros de altura, que están siendo probados en San Diego.
Las zonas del muro más altas tienen más de tres metros de altura y están localizadas estratégicamente cerca de ciudades o zonas pobladas para evitar el ingreso ilegal de personas a pie. En otros lugares, de menor acceso, las vallas son bajas y fueron diseñadas para impedir el paso de vehículos.
"Mucho de lo que es EE.UU.: Arizona, Nuevo México, Texas, California, Utah y Colorado eran parte de México. La frontera se creó después de la guerra de 1898. Un muro no es viable y no funcionaría. Siempre hubo una migración circulatoria, pero con las nuevas restricciones la gente no vuelve a salir, por eso hay casi 11 millones de indocumentados en Estados Unidos", señala a La Tercera Irasema Colorado, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Texas, en El Paso. "La migración ilegal ha disminuido sin el muro. Muchos mexicanos ya no van a Estados Unidos porque si te detienen sin papeles y ya te han deportado vas a la cárcel. Antes sólo te regresaban a México, entonces la gente no quiere tomar ese riesgo".
Muro y migración
Según el diario The Washington Post, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre advirtió en 2017 sobre los impactos en la flora y fauna por la construcción del muro. "Las consecuencias de la construcción del muro son varias. Las ambientales serían: perturbar los hábitats de vida silvestre y bloquear patrones de drenaje natural. Las sociales son dividir más a las comunidad, reducir el comercio transfronterizo legítimo, disminuir las conexiones familiares e indígenas, militarizar aún más las comunidades fronterizas con más estructuras y alimentar el odio/desconfianza hacia aquellos que puedan parecer migrantes", señala a La Tercera Kenneth Madsen, profesor de la Universidad de Ohio.
Trump sostiene que el muro sería la solución para poner fin a la migración ilegal. Las fuerzas fronterizas cuentan con un dirigible, drones y cámaras para resguardar la frontera. Ante el arribo de la caravana de centroamericanos a Tijuana -ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos-, el mandatario desplegó tropas a la zona. Además, hay más de 16.000 agentes de la Patrulla Fronteriza en nueve sectores a lo largo de la frontera.
"El muro no disminuye la migración ilegal. En gran medida cambia la migración hacia otro lugar, corrompe a los organismos de seguridad en ambos lados y reduce la migración circular. Es la misma dinámica con respecto al tráfico de drogas", concluye Madsen.