Trump no descarta utilizar el Ejército para controlar Canal de Panamá y Groenlandia
Durante una conferencia de prensa, el presidente electo de Estados Unidos citó la seguridad económica como un factor determinante para recuperar el mando de ambos enclaves.
Citando la seguridad económica como un factor determinante, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, se negó a descartar el uso de la fuerza militar para recuperar el control del Canal de Panamá y apoderarse del archipiélago de Groenlandia, un territorio ártico dependiente de Dinamarca y sobre el que el magnate se ha mostrado interesado hasta el punto de plantear su compra.
Así lo sostuvo este martes en una conferencia de prensa en su resort de Florida, Mar-a-Lago. En concreto, un periodista le preguntó a Trump si podía asegurar al público que no utilizaría la coerción militar o económica para obtener el Canal de Panamá o el archipiélago de Groenlandia. “No puedo asegurarles nada de eso”, respondió el líder republicano.
“Pero puedo decir esto: los necesitamos para nuestros intereses económicos”, afirmó desde su mansión en Florida. Y añadió: “El Canal de Panamá fue construido para nuestros militares. No me voy a comprometer con eso, no... Puede ser que haya que hacer algo”.
Trump afirmó que el Canal de Panamá, que fue transferido al control panameño en 1999 bajo un tratado de 1977, estaba siendo “operado por China”, una afirmación que se produce en medio de sus repetidos llamados para que la vía fluvial estratégica sea devuelta al control estadounidense.
Trump sostuvo que, tal y como está configurado actualmente el Canal de Panamá, “es una desgracia”, ya que sería China quien realmente controla la infraestructura. “El Canal de Panamá fue construido para nuestras Fuerzas Armadas”, dijo Trump. “Miren, el Canal es vital para nuestro país. Lo está operando China. ¡China! Y le dimos el Canal de Panamá a Panamá, no se lo dimos a China”.
En el caso de Groenlandia, Trump amenazó con represalias económicas contra Dinamarca y señaló que si se resistían a sus ambiciones territoriales, “impondría a Dinamarca aranceles muy elevados”. La amenaza vino el mismo día en que su hijo mayor, Donald Trump Jr., inició una visita a la zona que ha llevado a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, a dejar claro de nuevo que “Groenlandia no está en venta”.
Su discurso duro también se extendió hacia el norte, a Canadá, al que también amenazó con “aranceles muy severos”, al tiempo que desestimó sus capacidades militares. En el caso de Canadá, descartó que vaya a recurrir a la fuerza militar para hacerse con el control del que ha descrito como “el Estado número 51″, aunque sí dijo que estaba considerando solo usar “fuerza económica”.
“Sería algo realmente extraordinario”, dijo sobre la incorporación de Canadá a Estados Unidos como un nuevo Estado. “Si se elimina esa línea trazada artificialmente y se analiza cómo se ve, también sería mucho mejor para la seguridad nacional”, añadió.
Y no solo eso, sino que también sus advertencias se extendieron a México, sobre lo cual planteó que cuando regrese a la Casa Blanca, Estados Unidos cambiará de nombre el Golfo de México, pasando a llamarse golfo de América. El Golfo de México -rico en petróleo- es el noveno más grande del mundo y ha sido identificado en los mapas con ese nombre desde el siglo XVI.
“Qué nombre tan bonito y apropiado”, sostuvo, en un intento por marcar distancia con el país vecino, al que ha vuelto a instar a frenar el flujo de “millones” de migrantes. De lo contrario, México se arriesga a nuevos aranceles, como advirtió nuevamente Trump.
Desde que ganó las elecciones presidenciales de noviembre, Trump ha reflexionado en repetidas ocasiones sobre la anexión de territorios, especialmente el Canal de Panamá. De hecho, en la conferencia criticó al expresidente Jimmy Carter, que falleció el pasado 29 de diciembre, por negociar el tratado que finalmente dio a Panamá el control total de la vía fluvial.
En este sentido, lamentó que el expresidente Jimmy Carter cediese el control de este estratégico paso por un dólar, a cambio “supuestamente” de que a Estados Unidos “se le tratase bien”. “Fue un gran error”, apuntó el vencedor de las elecciones de noviembre, que ha reconocido que está ya sobre la mesa un plan para tratar de recuperar el control del canal.
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