El líder norcoreano, Kim Jong Un, y el Presidente estadounidense, Donald Trump, se reunieron este jueves en el segundo y último día de su cumbre en Hanói, Vietnam, en la que se espera se logren avances en la desnuclearización de Corea del Norte. Los dos hombres se sentaron juntos en el hotel Metropole, donde la víspera mantuvieron ya una breve reunión y cenaron.

Donald Trump aseguró "no tener prisa" en las conversaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte y afirmó que los resultados se lograrán a largo plazo. "La velocidad para mí no es importante", añadió Trump, para quien es más trascendente "lograr el acuerdo correcto" sobre el desmantelamiento del arsenal nuclear del Norte.

Por su lado, el líder norcoreano, Kim Jong Un, prometió hacerlo "lo mejor posible para lograr un gran resultado".

"Es demasiado pronto para decir (si será un éxito). Pero no puedo decir que ahora mismo sea pesimista. Tengo la sensación de saldrá un buen resultado", dijo Kim.

El día

A las 9:35 (2:35 GMT) Trump y Kim salieron de la sala donde se reunieron a solas y caminaron por el patio del hotel mientras charlaban animadamente, con sus dos traductoras justo detrás de ellos.

En el otro extremo del patio les esperaban el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, y el principal responsable de la inteligencia norcoreana, Kim Yong-chol, mientras la hermana del líder de Corea del Norte, Kim Yo-jong, observaba la escena unos pasos más atrás.

Los fotógrafos estadounidenses pudieron captar a Trump y Kim sentándose en otra sala para una reunión bilateral junto a sus asesores, pero los líderes no volvieron a hablar a la prensa.

Tras esta reunión, que está previsto que dure unas dos horas, ambas delegaciones compartirán una comida de trabajo antes de la firma de una declaración conjunta, de la que no se han adelantado detalles.

Finalmente, y antes de regresar a Washington, el presidente estadounidense ofrecerá una rueda de prensa para comentar los resultados de la cumbre.

El encuentro de Hanói es la segunda reunión entre ambos líderes después de la histórica de Singapur de 2018.

Se espera que la declaración que resulte de esta cumbre sirva para impulsar el proceso de desnuclearización que se planteó en Singapur, y que apenas ha cosechado avances ante la falta de una hoja de ruta.

En la declaración conjunta se cree que Corea del Norte podría ofrecer un desarme parcial centrado en su complejo nuclear de Yongbyon, donde produce su combustible para bombas atómicas y el cual Kim ya se ofreció a desmantelar "permanentemente" a cambio de "medidas correspondientes" de la Casa Blanca.

Esas medidas podrían pasar por una relajación de sanciones que permita revivir proyectos de cooperación económica entre las dos Coreas y una declaración política para dar portazo a la Guerra de Corea (1950-53), que concluyó con un alto el fuego y no con un tratado de paz.