El presidente Donald Trump ordenó a las agencias estadounidenses que colaboren estrechamente con el esfuerzo de su principal asesor, Elon Musk, para reducir la plantilla federal, identificando a los empleados del Gobierno que pueden ser despedidos y las funciones que pueden ser eliminadas por completo.
Con su hijo de 4 años a su lado o sobre sus hombros, Musk estuvo junto a Trump en el Despacho Oval de la Casa Blanca antes de que se firmara la orden, el multimillonario respondió a las preguntas de los periodistas, dejando claro que está liderando los esfuerzos de Trump para reducir el gobierno.
Luciendo una gorra de “Make America Great Again”, el hombre más rico del mundo defendió su papel como funcionario no electo al que el presidente ha concedido una autoridad sin precedentes para desmantelar partes del Gobierno estadounidense.
“No se puede tener una burocracia federal autónoma. Tienes que tener una que responda a la gente”, dijo Musk.
Musk, presidente ejecutivo de Tesla y propietario de X, respondió a las críticas de que él y su equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por su sigla en inglés) han actuado en gran medida en secreto.
“Espero que me examinen y que me hagan un examen proctológico diario”, dijo Musk. “No creo que pueda salirme con la mía”.
DOGE ha operado en el más absoluto secreto, sin proporcionar información sobre a quién emplea, dónde está operando o qué acciones está llevando a cabo dentro de las agencias gubernamentales. Publica pocos resultados reales de su trabajo, proporcionando sólo cifras en dólares de supuestos recortes en organismos específicos y pocos detalles concretos.
El decreto del martes fue el último esfuerzo de Trump y Musk para reducir y alinear el gobierno estadounidense con las prioridades políticas de Trump. Ya ha habido ofertas de retiro voluntario a gran escala, intentos de despojar a los trabajadores federales de las protecciones de la función pública y el cierre efectivo de algunas agencias federales.
La orden establece normas que obligan a las agencias gubernamentales a no contratar a más de un empleado por cada cuatro trabajadores que se marchen, y obliga a las agencias a trabajar con el equipo de Musk para identificar reducciones de plantilla a gran escala y determinar qué componentes de la agencia pueden eliminarse por completo.
La orden exime de los recortes a aquellos empleados cuyo trabajo sea crítico para la seguridad nacional, la seguridad pública, el cumplimiento de la ley y la aplicación de las leyes de inmigración.
Muchos funcionarios están afiliados a sindicatos, lo que significa que cualquier despido o reducción de plantilla importante debe respetar sus convenios colectivos. Los empleados de la función pública no sindicados también gozan de protección laboral en virtud de la legislación federal.
La decisión de buscar despidos masivos se produce después de que el Gobierno de Trump intentó persuadir a los trabajadores federales para que aceptaran ofertas de retiro voluntario. Ese esfuerzo ha sido bloqueado por un juez federal.