El presidente Donald Trump rechazó el miércoles el pedido de un ex juez de la Corte Suprema de Estados Unidos de revocar la Segunda Enmienda de la Constitución del país, que garantiza el derecho a portar armas.
"¡LA SEGUNDA ENMIENDA NUNCA SERÁ DEROGADA!", escribió Trump con mayúsculas en Twitter en respuesta a la propuesta del ex magistrado John Paul Stevens.
"Por mucho que a los demócratas les gustaría ver que esto suceda, y a pesar de las palabras del ex juez de la Corte Suprema Stevens ayer, NO HAY MANERA. ¡Necesitamos más republicanos en 2018 y SIEMPRE debemos tener la Corte Suprema!", agregó.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/978932860307505153
Stevens hizo la consideración el martes en un artículo de opinión en el The New York Times tres días después de la "Marcha por nuestras vidas", una serie de protestas nacionales que fueron las más grandes en dos décadas en reclamo de un mayor control de las armas y que llegaron en respuesta al trágico tiroteo en la escuela secundaria de Parkland (Florida) que dejó 17 personas víctimas fatales.
Stephens, de 97 años y nominado a la Corte Suprema por el presidente republicano Gerald Ford en 1975, sostuvo que "rara vez en mi vida he visto un tipo de compromiso cívico tan fuerte..." como el demostrado por los estudiantes y simpatizantes en las movilizaciones a lo largo de EE.UU.
En ese sentido, sostuvo que las protestas "revelan el amplio apoyo público a la legislación para minimizar el riesgo de asesinatos masivos de niños en edad escolar y otros".
Sin embargo, consideró que los activistas, que están pidiendo la prohibición de rifles de asalto y el alza de la edad legal para comprar armas de fuego a 21, tendrían que ir más allá en sus demandas: "Los manifestantes deberían buscar una reforma más eficaz y duradera. Deberían pedir una derogación de la Segunda Enmienda", dijo.
La segunda enmienda de la Constitución es considerada sagrada por los defensores del porte de armas.
Entre los argumentos manejados contra los lobbies de las armas, figura que en la época de la adopción de la enmienda no había ningún arma ni siquiera medianamente parecida a los fusiles de asalto modernos.