Las intervenciones del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no provocaron indiferencia precisamente tras su paso de dos días por la sede de la OTAN en Bruselas, en el marco de su controvertida gira por Europa, que este viernes continúa en Reino Unido.
En un acto propio de su fuerte personalidad, Trump consiguió volcar la atención de la cumbre de líderes del bloque sobre las reiteradas críticas hacia sus socios y el compromiso de aumentar rápidamente sus gastos de defensa.
"Le dije a la gente que sería muy infeliz si no aumentaban sus compromisos de manera muy sustancial", dijo el mandatario republicano a los periodistas después del encuentro y rápidamente se adjudicó un triunfo en esta materia: "Todos acordaron aumentar sustancialmente su compromiso. Lo subirán a niveles nunca antes imaginados".
Así, pese a no entregar detalles específicos sobre los nuevos progresos en gasto militar, Trump señaló que los líderes respondieron a sus demandas al acordar alcanzar pronto el objetivo pactado en la Cumbre de Gales de 2014 de destinar el 2% del producto interno bruto (PIB) en defensa para 2024. "En última instancia, eso va a subir un poco más", agregó un día después de haber llamado a duplicar el gasto a 4%.
Sin embargo, tampoco hubo anuncios oficiales de parte de los otros líderes europeos. Tanto así que la misma canciller de Alemania, Angela Merkel, quien había hablado de que su país gastaría 1,5% del PIB para 2024, indicó que "todos tenían un claro compromiso con la OTAN". Además, explicó que el encuentro representaba una continuación de lo que se había discutido anteriormente. "Dejamos claro que estamos en camino", comentó.
El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, por su parte, también manifestó en una conferencia de prensa que los asistentes acordaron cumplir los compromisos existentes. Eso sí, el Ejecutivo
francés aprovechó la instancia para cuestionar las ideas de Trump. "Ni siquiera sé si es una buena medida y se ajusta a nuestra seguridad colectiva", dijo, resignado.
Desde la vereda del organismo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que los países miembros se comprometieron con el gasto de 2%. Y a pesar de no confirmar el reclamo realizado por Trump, hizo un guiño al llamado. "Lo importante ahora es que tenemos que invertir más, necesitamos obtener más dinero. Y lo bueno es que, debido a ese mensaje muy claro del
Presidente Trump en esta reunión, creo que los aliados entienden esta necesidad de hacerlo", indicó.
Para el experto holandés y director de Fundación Cicero, Marcel H. Van Herpen, "la crítica de Trump llega demasiado pronto". Considerando que en la actualidad solo cinco de los 29 miembros, incluyendo a Estados Unidos, han alcanzado la meta. "El nuevo objetivo del 4%, formulado por Trump, no tiene sentido. Deja en claro que Trump no es un experto en defensa, un hecho que se esconde detrás de demandas exorbitantes para presionar a los aliados y desestabilizarlos", indicó a La Tercera.
Además, a juicio de John Feffer, del Institute for Policy Studies, duplicar el gasto al 4% "sería viable si hubiera una guerra, y algunos miembros de la OTAN pudieran alcanzarlo. De lo contrario, no hay respaldo público para aumentos masivos en el gasto militar en Europa".
Con todo, Trump aprovechó el final de la cumbre para bajar la retórica de amenazas de retirarse de la OTAN y confirmó su compromiso con el bloque tras una reunión que calificó como "fantástica". "La OTAN es mucho más fuerte ahora de lo que era hace dos días", concluyó.
En Londres
En medio de un gran operativo de seguridad para evitar ser alcanzado por las protestas (ver nota relacionada), Trump aterrizó hoy en un Reino Unido, un país en "confusión", como el mismo lo calificó.
Si bien no se trata de una visita de Estado, pese a que la invitación fue extendida por la Reina Isabel II, las actividades oficiales de hoy constaron de una cena de honor en el Palacio de Blenheim en Oxfordshire, organizada por la primera ministra Theresa May, a la que asistieron altas autoridades de gobierno.
Se espera que durante su polémico paso por Reino Unido, Trump se ponga al día respecto de los principales aspectos del Brexit, los que se encuentran en pleno debate en el Parlamento británico.
Durante la jornada de este viernes, la Reina Isabel recibirá al Presidente de Estados Unidos para tomar el té en el Palacio de Windsor, a 40 minutos de Londres. A la cita no asistirán otros miembros de la familia real.
Y tras pasar un fin de semana jugando golf en Escocia, Trump se dirigirá a Helsinki el lugar donde el lunes estrechará nuevamente las manos con Vladimir Putin.