En medio de una creciente tensión política, de incertidumbre, amenazas de posible violencia y de cifras históricas de voto anticipado, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su rival demócrata Joe Biden se enfocaron en el último día de campaña en los estados que pueden definir la elección.
Trump -que busca evitar convertirse en el primer mandatario en ejercicio en perder la reelección desde el también republicano George H.W. Bush en 1992- comenzó la jornada con un acto en Fayetteville, Carolina del Norte, donde se presentó como un político fuera del establishment al señalar a sus partidarios que lo vitoreaban: “Esta elección se reduce a una simple elección: ¿quieres ser gobernado por los arrogantes, corruptos, clase política despiadada y desinteresada, o quieres ser gobernado por el propio pueblo estadounidense'?”.
Se esperaba, también, que realizara actos en Pennsylvania, Wisconsin y Michigan, estados en los que si bien ganó en 2016 ahora se encuentra por debajo de su contendor demócrata en las encuestas. Finalmente iba a concluir su campaña en Grand Rapids, Michigan, el mismo lugar donde finalizó su carrera presidencial hace cuatro años. “Si ganamos Michigan, vamos a ganar esta histórica elección”, dijo en esa oportunidad.
En un acto realizado en Florida en la madrugada de hoy, el mandatario dio luces de lo incierto que puede llegar a ser el panorama electoral mañana e incluso en la semana, considerando la alta votación anticipada que tiene que ser contabilizada y si es que los resultados son muy estrechos. En declaraciones a los periodistas el domingo por la noche, Trump prometió emprender una impugnación legal en Pennsylvania incluso antes de que se contaran todos los votos, lo que podría demorar días, ya que las papeletas por correo continúan llegando después de las elecciones.
“Vamos a ir en la noche, tan pronto como terminen las elecciones, vamos a ir con nuestros abogados”, dijo Trump, quien se ha pasado meses socavando la confianza pública en el sistema electoral. También señaló que podría hacer más impugnaciones legales en otros estados, incluido Nevada, porque el gobernador es demócrata.
En el otro lado de la vereda política, Biden abrió su día de campaña en Cleveland, buscando ayudar a los demócratas a recuperar un estado que respaldó a Trump y los republicanos en 2016. “¡Un día más!”, dijo Biden en un autocine, acompañado por cuatro de sus nietos, a quienes sus “amuletos de buena suerte”. “Mañana tenemos la oportunidad de poner fin a una presidencia que ha dividido a esta nación”, dijo Biden. “Mañana podemos poner fin a un presidente que no ha logrado proteger a esta nación”, añadió.
Su compañera de fórmula Kamala Harris iban a pasar la mayor parte de la jornada en Pennsylvania para realizar actos de campaña en cuatro lugares diferentes del estado que se ha vuelto vital para las esperanzas del exvicepresidente de llegar al poder.
Biden iba a hablar ante miembros de sindicatos y votantes afroamericanos en el área de Pittsburgh antes de que la cantante Lady Gaga se una a un mitin por la noche en esa zona. También iba a ir a Ohio, pasando tiempo en su último día de campaña en un estado que en el que Trump se impuso en 2016 y que ahora muestra una competencia cerrada. Ese estado es una suerte de oráculo electoral, porque todos los que han llegado a la casa blanca desde 1964 han ganado allí.
El expresidente Barack Obama realizará un mitin en Atlanta, Georgia, antes de cerrar la campaña por la noche en un acto en Miami. Biden ha concluido la campaña a la ofensiva, viajando casi exclusivamente a los estados que Trump ganó en 2016 y criticando la respuesta del presidente a la pandemia de coronavirus, que ha dominado las últimas etapas de la carrera a la Casa Blanca. “Es hora de que Donald Trump haga las maletas y se vaya a casa”, dijo Biden a sus partidarios al comenzar su último día de campaña.
“¡Tuvimos suficiente con el caos! Tuvimos suficiente con los tuits, la ira, el odio, el fracaso, la irresponsabilidad”, dijo Biden, quien se comprometió a tener la pandemia de coronavirus “bajo control” si es elegido.
Actos de violencia
El último día de campaña ha estado marcado por las denuncias de actos violentos. Eso ocurrió con el candidato demócrata Joe Biden, quien aseguró que decenas de partidarios de Trump rodearon su casa en Delaware con vehículos todoterreno. A ello se sumó que el FBI está investigando un incidente en Texas en que un convoy de vehículos a favor de Trump rodeó un autobús turístico que transportaba a personal de la campaña de Biden. La caravana obligó a la campaña de Biden a cancelar al menos dos eventos en Texas, y los demócratas acusaron al presidente de alentar a sus partidarios a participar en actos de intimidación.
Ante esto, en distintos estados era posible ver a la gente poniendo protecciones en las vitrinas de sus negocios ante posible vandalismo, varios edificios se cerraron en Nueva York y en Washington. Allí, las autoridades federales planean extender a varias cuadras la valla perimetral alrededor de la Casa Blanca para abarcar la misma área cercada durante las protestas contra el racismo y la brutalidad policial, según medios locales. Mientras que la sede del Grupo BID anunció que debido a las posibles demostraciones y las restricciones de tráfico sus instalaciones iban a permanecer cerradas.
“Nunca hemos visto nada así. Es muy triste para el país, que estemos en un momento en que la gente tenga miedo de ir a votar mañana porque no saben si va a haber gente con pistolas y armas en los sitios para votar. Están tratando de meter miedo a la gente para que no voten”, señaló a La Tercera, Laura Rodríguez, vicepresidenta de Asuntos Gubernamentales del Center for American Progress Action Fund.
El exvicepresidente afronta este último día de campaña con una ventaja holgada en las encuestas, 52% frente a 42%, según el último sondeo de The Wall Street Journal/NBC. Mientras que la encuestadora John Zogby Strategies le da un liderazgo de seis puntos al demócrata por sobre el mandatario. Sin embargo, su campaña se toma este liderazgo con cautela para evitar que ocurra lo que pasó en 2016 cuando la candidata demócrata Hillary Clinton llegó con ventaja a la velada electoral y fue derrotada por Donald Trump.
“Veo esas encuestas falsas”, afirmó el Presidente hoy en un acto en Fayetteville, Carolina del Norte. “Vamos a ganar igualmente”, añadió el mandatario ante una multitud que gritaba en coro “¡Cuatro años más!”.
El voto anticipado –ya sea en su versión por correo o presencial- ha marcado registros históricos motivados por la pandemia del coronavirus. Según la cadena CNN, casi 96 millones de estadounidenses ya han votado, lo que equivale a dos tercios de la participación total que hubo en las elecciones de 2016 y a aproximadamente el 43% de los votantes registrados a nivel nacional. Se prevé que si se continuaba a este ritmo, más de 100 millones de votos habrán sido emitidos antes de la jornada electoral de mañana.
“Creo que hay un entusiasmo que no vimos en 2016 para Hillary Clinton en cuanto a número de votantes. Es simplemente un entusiasmo que no hemos visto desde 2008 en las elecciones donde ganó Barack Obama. Entonces, creo que es algo que es positivo para Joe Biden y para los demócratas en el Senado también. Pero, a la vez, estamos viendo unos esfuerzos bien negativos de los republicanos y de las campañas en ese partido para detener la votación de la gente y para que no se cuenten votos. La realidad es que aunque hay mucha gente yendo a votar creo que vamos a ver muchas demandas sobre los votos y eso puede cambiar todo”, advirtió Rodríguez.
“No sabemos qué podemos esperar mañana, la realidad es que lo más seguro es que no haya un resultado mañana. Es por esto que hemos hablado con gobernadores, alcaldes y otras personas en posiciones de autoridad, para que le expliquen a la gente, que es muy normal que no tengamos resultados la misma noche. En 2018 tuvimos varias campañas que no terminaron por semanas y es muy normal. Este año con tantos votantes sufragando por correo por la pandemia, definitivamente vamos a tener que esperar, hay que tener paciencia y saber que eso es normal y es legítimo”, explicó la experta.