A Eden Yerushalmi, nacida en Tel Aviv, le encantaba pasar los días de verano en la playa y estaba estudiando para convertirse en instructora de Pilates. El día de los ataques de Hamas en la frontera con Israel, el 7 de octubre de 2023, la joven de 24 años de edad trabajaba como camarera en el festival de música Nova. Cuando sonaron las sirenas, envió un video del lanzamiento de cohetes al chat grupal de su familia diciendo que se iba de la fiesta, según el Hostages and Missing Families Forum, organización que ha liderado los esfuerzos de defensa para la liberación de los cautivos israelíes.
Mientras los combatientes de Hamas continuaban con su ataque, Yerushalmi llamó a la policía, describió la situación y suplicó: “Encuéntrenme, ¿de acuerdo?”. Durante cuatro horas habló con sus dos hermanas, May y Shani, quienes escucharon todo lo que vivió mientras intentaba escapar. Sus últimas palabras fueron: “Shani, me han atrapado”.
Shani y May dijeron a Anderson Cooper de CNN que habían recibido pruebas de que ella estaba viva en tres ocasiones, incluidas solo tres semanas antes de su muerte. “Es muy difícil para nosotros. Nos sentimos como si estuviéramos en una pesadilla”, comentó Shani Yerushalmi. “A veces parece que no es real, que no nos está sucediendo a nosotros, porque durante todo el tiempo creímos de verdad que Eden volvería a casa con vida”.
El cadáver de Eden, junto a los de otros cinco rehenes, fue recuperado el 1 de septiembre por el Ejército israelí de un túnel en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, a alrededor de un kilómetro de donde otro rehén, Qaid Farhan Alkadi, de 52 años, fue rescatado con vida una semana antes, luego de 326 días de cautiverio.
El teniente coronel Nadav Shoshani, portavoz militar, dijo que las fuerzas israelíes encontraron los cuerpos de los seis rehenes a varias decenas de metros bajo tierra mientras se desarrollaba un “combate en curso”, pero que no hubo tiroteos en el túnel. Agregó que no había duda de que Hamas los había matado.
Otro vocero del Ejército, el contralmirante Daniel Hagari, aseguró que los seis rehenes fueron asesinados la noche del 29 de agosto. Los detalles fueron entregados tras la difusión de un video el 10 de septiembre donde se muestra las condiciones del túnel donde fueron hallados: un pasadizo bajo y angosto en las profundidades del subsuelo, sin baño y con mala ventilación.
Hagari dijo que al menos dos hombres armados de Hamas los mataron a tiros en el túnel, que está a 20 metros bajo tierra, tiene menos de 170 centímetros de alto y unos 80 centímetros de ancho. Tiene un pozo de salida utilizado por los militantes, debajo de una habitación de niños en una casa, según detalla Reuters.
Los rehenes probablemente habían estado retenidos en el húmedo túnel, donde es difícil respirar y mantenerse en pie, durante algún tiempo, posiblemente semanas, comentó Hagari. “Estaban aquí en este túnel en condiciones horribles, donde no hay aire para respirar, donde no se puede estar de pie”, afirmó.
Una versión del video con narración en inglés mostraba cargadores de rifles Kalashnikov, casquillos, bolsas con botellas de plástico llenas de orina y un cubo en un agujero que servía de baño. La ropa de las mujeres lucía esparcida por el suelo. La versión hebrea, transmitida en vivo por los canales de televisión israelíes, también exhibía un juego de ajedrez. Además, se encontraron colchones, ropa, así como algo de comida, principalmente barritas energéticas y atún. Había manchas de sangre en el suelo, precisó Hagari.
La familia de Yerushalmi ha sabido detalles de su cautiverio por las Fuerzas de Defensa de Israel, desde que su cuerpo fue devuelto a Israel desde Gaza. Al describir el túnel en el que estuvo retenida durante varias semanas, Shani dijo: “Apenas podían mantenerse en pie… no podían dormir uno al lado del otro, sólo en fila. No había ventanas, ni aire, ni luz. Apenas había comida, y si necesitaban ir al baño se veían obligados a hacerlo en un balde”.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que los cuerpos del grupo fueron encontrados en un túnel operado por Hamas bajo la ciudad de Rafah, y que fueron asesinados “brutalmente” y “poco tiempo” antes de que las tropas pudieran llegar hasta ellos. Las FDI informaron a la familia de Eden que la joven recibió “un disparo en la cabeza desde muy cerca” y tenía marcas en las manos por haberse defendido, dijo May Yerushalmi a CNN.
May, que decidió ver el cuerpo de Eden después de su regreso a Israel, comentó a CNN: “Le dimos un último abrazo para despedirnos de ella. Estaba tan delgada que podíamos sentir sus huesos sobresaliendo”. Su autopsia reveló más tarde que pesaba apenas 35 kilos cuando murió.
No solo en túneles
Pero Hamas no solo recurriría a los túneles para mantener a los rehenes israelíes. Así da cuenta un reporte de CNN, que destaca el caso de la familia Aljamal, que era muy respetada en el campo de Nuseirat, en Gaza. Eran conocidos como miembros devotos y destacados de la comunidad. Aunque la gente sabía que tenían vínculos con Hamas, los vecinos dicen que nadie podría haber adivinado cuán profundos eran esos lazos.
Eso hasta el 8 de junio, cuando las fuerzas israelíes irrumpieron en el edificio de los Aljamal y encontraron a Almog Meir Jan, Andrey Kozlov y Shlomi Ziv, rehenes que habían sido capturados en el festival de música Nova el 7 de octubre, escondidos en una habitación oscura.
La experiencia de los tres hombres -junto con la de Noa Argamani, que estuvo retenida en otra casa cercana, perteneciente a la familia Abu Nar- se hace eco del testimonio de rehenes liberados anteriormente. Describen que estuvieron confinados entre la población civil, en lugar de en la vasta red de túneles de Hamas bajo Gaza, apunta la cadena de televisión.
Tras el rescate de junio, los vecinos de Nuseirat, un campo de refugiados en el centro de Gaza, dijeron a CNN que se quedaron conmocionados al saber que Ahmed Aljamal, un médico, y su familia habían mantenido rehenes en su entorno. “Si lo hubiéramos sabido, si nos lo hubiera dicho, habríamos tomado precauciones de seguridad, nos habríamos escondido o nos habríamos mudado a otro lugar”, señaló un vecino, Abu Muhammad El Tahrawi.
El Dr. Aljamal, de 74 años, era médico general y también dirigía el llamado a la oración en la mezquita local, despertándose temprano todos los días para llegar allí antes del amanecer. “Era un hombre piadoso”, dijo El Tahrawi. “Dirigía la oración y luego volvía a su casa. No se relacionaba con la gente, no se quejaba de los demás y nadie se quejaba de él. Era un hombre que se ocupaba de sus propios asuntos”.
Según Mkhaimar Abusada, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Universidad Al-Azhar en Gaza, que ahora reside en la capital egipcia, El Cairo, es poco probable que civiles tomen rehenes bajo la dirección de Hamas, a menos que tengan vínculos muy fuertes con el grupo y gocen de su confianza. “Hamas solo confía en Hamas cuando se trata de cuestiones tan delicadas como los rehenes israelíes”, afirmó.
Sin embargo, puede haber otras razones por las que Hamas decidió alojar a los rehenes en casas de civiles. Hussein Ibish, investigador residente del Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington, dijo a CNN que ese enfoque se ajusta a la estrategia de Hamas de tener a Israel “empantanado en los centros urbanos de Gaza y empujarlo a una contrainsurgencia que no puede terminar, que es la guerra perpetua que Hamas dice que quiere”.
“Nuevas instrucciones”
De las cerca de 251 personas que fueron tomadas como rehenes, según funcionarios israelíes, al menos 154 fueron liberadas por Hamas, rescatadas por las Fuerzas de Defensa de Israel, recuperadas muertas o asesinadas en enfrentamientos, según detalla NBC News.
La mayoría de los rehenes que recuperaron su libertad (105) lo hicieron durante un breve cese del fuego temporal en noviembre, a cambio de cientos de prisioneros palestinos retenidos por Israel.
Se sabe que al menos ocho personas fueron rescatadas con vida en operaciones de las FDI, incluida una en junio, cuando Noa Argamani, de 26 años, cuya historia se hizo ampliamente conocida después de que el video de su captura -donde se observa cómo la subían a la parte trasera de una moto y la alejaban del festival de música Nova- se volviera viral en las redes sociales, fue rescatada junto con otros tres cautivos.
En diciembre, tres rehenes -Alon Shamriz, Yotam Haim y Samer Talalka- fueron asesinados a tiros por soldados israelíes que afirmaron haberlos confundido con combatientes, aunque llevaban una bandera blanca. Otros cautivos han sido encontrados muertos, incluidos los seis asesinados por Hamas a fines de agosto.
Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron a mediados de septiembre que otros tres rehenes israelíes -Nik Beizer, de 19 años, Ron Sherman, de 19 años, y Elia Toledano, de 28 años-, cuyos cuerpos fueron encontrados el año pasado en túneles subterráneos en Gaza, también probablemente murieron en un ataque aéreo militar israelí dirigido contra un comandante de Hamas.
Así, se cree que unas 97 personas tomadas como rehenes el 7 de octubre aún se encuentran en Gaza, y alrededor de un tercio de ellas, o al menos 33 personas, están muertas, según funcionarios israelíes.
También se desconoce la ubicación de los rehenes y sus captores, y hay informes de que más de 30 personas fueron secuestradas por yihadistas islámicos. Y el número de muertos podría aumentar, ya que Hamas afirma que sus tácticas han cambiado y que quienes custodian a los rehenes en los edificios y túneles de Gaza han recibido “nuevas instrucciones” de matarlos si las tropas israelíes se acercaban.
Según CNN, Hamas marcó así el inicio de un nuevo y escalofriante capítulo en una guerra ya brutal. Algunos analistas citados por la cadena de televisión dicen que, a diferencia de lo que ocurría antes en la guerra, Hamas tal vez ya no crea que mantener rehenes le otorga influencia sobre Israel.
“Hamas ha sacado la cuestión de los rehenes de la ecuación. Sabe que la actual administración israelí no está interesada en ningún tipo de acuerdo para liberar a los rehenes”, dijo a CNN Tahani Mustafa, analista de alto nivel sobre Palestina en Crisis Group, un think tank con sede en Bruselas. “No creo que los consideren ya como cartas importantes”.
“Muchos israelíes se dieron cuenta de que perseguir a Hamas no complementa el regreso de los rehenes, sino que lo obstaculiza y lo dificulta”, señaló al mismo medio Ori Goldberg, analista político israelí y profesor de la Universidad Reichman de Tel Aviv. “La sensación de que (el primer ministro, Benjamin) Netanyahu está haciendo todo esto por sus propios motivos, es ahora mucho más poderosa para mucha gente. Así que creo que es un momento decisivo”, agregó.