No son solo políticas y de seguridad las preocupaciones entre las autoridades peruanas. La economía rápidamente está escalando en la lista de incendios que intentan contener, y el rubro del turismo es uno de los más afectados. Luego de una semana de protestas que piden el adelanto de las elecciones generales, tras el fallido autogolpe del expresidente Pedro Castillo, expertos y funcionarios del gobierno de Dina Boluarte cifran en millonarias las pérdidas por cada día que se extienden los cortes en carreteras y se mantienen los aeropuertos bajo resguardo policial.
El cierre de aeropuertos ha dejado a cientos de extranjeros varados en tierras peruanas, gatillando incluso planes estatales para asistir a las personas que, de forma forzada, han tenido que extender su estadía, lo que quedó plasmado en el corte del ferrocarril que une Machu Picchu con Cusco. Un pronto desenlace en los disturbios, creen autoridades, acabaría con el complejo escenario económico que se cierne.
Pérdidas millonarias
La paralización de las actividades le está costando al país hasta 100 millones de soles al día (unos US$ 26 millones). Así lo aseguró el ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, quien agregó que si bien los indicadores de crecimiento económico como el PIB no variarán durante lo que queda de año, sí se sentirá un impacto en los ingresos de empresas y familias en la actualidad.
“Las protestas nos generan costos a todos. Estamos hablando entre 60 y 100 millones de soles diarios, esto implica menos ingresos para las familias, menos ingresos para las empresas. Si lo vemos a nivel global, menos recursos a las regiones, porque hay menos exportaciones, menos impuesto a la renta, menos canon, entonces hay impactos importantes”, dijo a RPP el jefe de cartera.
El Ministerio de Exterior y Turismo calcula pérdidas por encima de los 100 millones de dólares solo en la agroindustria.
Carreteras cortadas y manifestaciones en al menos 13 de sus 24 departamentos han fragmentado al país en cuanto al transporte terrestre, acarreando, también, alzas en los precios de alimentos. El Gran Mercado Mayorista de Lima, icónico centro comercial de alimentos en la capital, vio durante este jueves una nueva jornada de incrementos en los valores de sus productos, la que, según el director general de Estadística, Seguimiento y Evaluación de Políticas del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, César Santisteban, se debe a los bloqueos en los caminos, consignó el diario El Comercio.
Cifras oficiales del gobierno de Dina Boluarte, la actual presidenta luego de la destitución de Pedro Castillo, datan en 69 los puntos críticos del país, lo que incluye bloqueos de carreteras, aeropuertos cerrados y agresiones de turbas violentas. Sumado al estado de emergencia decretado el miércoles, el ministro de Defensa, Alberto Otárola, anunció que se dispuso el despliegue de las Fuerzas Armadas para defender la infraestructura crítica del país, incluyendo aeropuertos, centrales hidroeléctricas, carreteras “y todas aquellas infraestructuras que por su valor estratégico sirven para asegurar la vida y subsistencia de todos los peruanos”, detalló Infobae.
Consultado por RPP, Óscar Chávez, jefe del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima, aseguró que el crecimiento del PIB durante el último trimestre de este año tendrá un crecimiento negativo.
“Se esperaba que en este último trimestre la economía se dinamice con las gratificaciones y la CTS. Se tenía una estimación importante, un incremento en la masa salarial. Nosotros hemos reajustado a la baja nuestro crecimiento de 3,1% a 2,9%; además, cada día de paralización en estas regiones significa alrededor de 1.728 millones de soles (US$ 450 millones) en ventas que se pierden”, explicó el experto. Las 10 regiones afectadas en materia productiva representan aproximadamente el 25% del PIB nacional, según información del Ministerio de Economía y Finanzas.
A nivel micro, las pymes tampoco ven un futuro prometedor en el corto plazo. Daniel Hermoza, director de Mypes Unidas del Perú, dijo a La República que las micros y pequeñas empresas perderán alrededor de 2.000 millones de soles (US$ 520 millones) por la fecha en que se dan las manifestaciones: a días de las fiestas de fin de año.
“La crisis lo que está haciendo es desmotivar el consumo y la expectativa que se tenía de vender ha disminuido (...) La mayoría de ellos (emprendedores) estima que podría estar dejándose de vender entre un 15% o 20%”, explicó, agregando que “existe la posibilidad de que el sector turismo, sobre todo de cara a Navidad y Año Nuevo, se vea afectado por la crisis (...). Se habla de que podría afectarse en un 20% o 25%”.
En el rubro hotelero, por otro lado, la presidenta de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Arequipa, Teresa Rubina, dijo al mismo medio que la pérdida económica diaria ascendía a los 1,6 millones de soles diarios (US$ 417.000). Sin embargo, el monto no considera la cantidad de reembolsos que se soliciten en eventuales cancelaciones por parte de visitantes que no logren ingresar al país o a las ciudades donde los aeropuertos están cerrados, como lo es el caso de Andahuaylas, ubicado en Apurímac, el de Arequipa, Cusco y el Inca Manco Cápac de Juliaca, en Puno. Y esa es una realidad que ya se confirmó.
El drama de los turistas varados
Machu Picchu, una de las maravillas del mundo moderno, ha sido uno de los grandes afectados en el polo turístico debido al cierre de uno de los dos aeropuertos de Cusco, así como por la suspensión del servicio de ferrocarriles que conecta a la ciudad peruana con la histórica ciudadela. Pero la situación escaló cuando Darwin Baca León, alcalde del lugar, aseguró este jueves que habría más de 800 turistas varados.
En conversación con RPP, el edil dijo que “es urgente la evacuación de los turistas y se está coordinando con la empresa PeruRail, el gobierno regional del Cusco y la Gerencia Regional de Comercio Exterior, Turismo y Artesanía (Gercetur), para determinar el mecanismo de transporte”, pero indicó que “la preocupación es que las protestas aún son considerables en puntos estratégicos a nivel de todo el tramo hacia el Cusco”.
PeruRail, la empresa encargada del ferrocarril que une ambos puntos, dijo que no dispondrían de su medio de transporte “mientras no existan garantías para el traslado de los turistas en la vía férrea”, ya que, ante la presencia de manifestantes en las vías, no se arriesgarían a que estos puedan “atentar contra el patrimonio de esta empresa”, informó el alcalde citando a la compañía.
Ante esta situación, la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PromPerú) abrió una línea de apoyo para atender a turistas nacionales e internacionales afectados por las protestas y facilitar el contacto con operadores turísticos y servicios de transporte, detalló la institución en un comunicado.
Entre los afectados se encuentra Verónica Aguirre, una de las hijas del famoso actor mexicano Rubén Aguirre, quien dio vida al Profesor Jirafales en la serie de televisión El Chavo del 8. “Nos dicen que no podemos salir del pueblo de Machu Picchu por las protestas. Esperamos que mañana desbloqueen las vías del tren, los turistas necesitamos regresar a nuestros hogares”, dijo el martes en un tuit.
José Koechlin, presidente de la Cámara Nacional de Turismo, dijo al canal Panamericana que la imagen turística de Perú se ha visto afectada por los hechos de violencia, agregando que hace tres años, el país recibía 4,4 millones de turistas extranjeros. Hoy, según sus proyecciones, el número no superaría el 1,9 millón.
En un nuevo intento por contener las manifestaciones -las que se extienden por una semana-, la Presidenta Dina Boluarte pasó la posta al Congreso para la discusión de un eventual adelanto en las elecciones generales, afirmando que ratificaba “la propuesta de mi gobierno en adelantar las elecciones. Desde este espacio invoco al Congreso a tomar las mejores decisiones para acortar los plazos y hacer las reformas necesarias”. “Aquí nos vamos todos. Ejecutivo y Legislativo”, reiteró.
La discusión, que se inició este jueves, buscaría encontrar solución a la demanda más repetida entre manifestantes peruanos. “Ni la violencia ni el radicalismo acabarán con un gobierno legal y legítimo. No hay espacio para el miedo, sino para la valentía, unidad y esperanza de un país que merece más de sus políticos. Por eso, atendiendo el reclamo de los ciudadanos, quiero ratificar la propuesta de mi gobierno en adelantar las elecciones”, aseveró Boluarte.